DiócesisHomilías Mons. Dorado Virgen de los Remedios (Vélez-Málaga) Publicado: 09/09/1997: 3169 1.- La devoción a la Virgen de los Remedios en esta querida ciudad, se expresa de una manera especialmente intensa y pública, en el día de su fiesta. La solemne Novena que la precede, la Misa y la clamorosa procesión por las calles de Vélez- Málaga, son como la explosión de un sentimiento de amor a la Virgen que se alimenta en lo más íntimo de los corazones de los veleños. A Ella nos dirigimos hoy con esta hermosa plegaria de la Liturgia de la Iglesia: ‟¿Quién podrá tanto alabarte según es tu merecer?; ¿quién sabrá también loarte, que no elle falte saber?; pues que para nos valer tanto vales, da remedios as nuestros males‶. ¡Virgen de los Remedios, da remedio a nuestros males, a nuestras preocupaciones y a nuestros mejores deseos! 2.- En estos tiempos nuevos que estamos viviendo, la Iglesia entera, y nuestra Diócesis de Málaga, está empeñada en impulsar una Nueva Evangelización- Evangelización que significa para nosotros: * poner en pie una Iglesia renovada, * afrontar la tarea de difundir el Evangelio de Jesucristo, ofreciéndole la salvación de Dios a nuestros hermanos de manera personal, comprensible y creíble, * colaborar en la transformación de nuestra sociedad y la cristianización de nuestras formas de vida personales, familiares y sociales, de manera que sea Jesucristo el Señor y el centro afectivo de toda nuestra vida y de nuestra sociedad. Pero la Nueva Evangelización no será una realidad sin un gran esfuerzo de renovación espiritual y pastoral de nuestras comunidades y de cada uno de nosotros. Renovación en la vida y ministerio de los sacerdotes; en la vida y actuación de los Religiosos y Religiosas; en la existencia de apóstoles seglares, con buena formación y profunda experiencia religiosa, entusiastas, esperanzados, desprendidos y fieles a Jesucristo y a su Iglesia. Yo os invito a poner hoy nuestro Proyecto Pastoral Diocesano bajo el manto maternal de la Virgen de los Remedios. Ella sabe mucho de estas empresas evangelizadoras y ha estado presente en el origen y desarrollo de todas ellas. En la mañana de Pentecostés Ella presidió, con su oración y su aliento, el comienzo de la Evangelización bajo el influjo del Espíritu Santo. Ella siempre ha sido la Estrella de la Evangelización que la Iglesia, dócil al Señor, ha promovido y realizado en todas las épocas de la historia. 3.- La Virgen de los Remedios nos hace una fuerte llamada y nos pide un compromiso. En la actual situación de nuestra sociedad y de nuestra vida, la Virgen nos hace a los católicos evangelizadores una llamada especial al candor contra las posturas egoístas; a la limpieza, contra las muchas suciedades de nuestro mundo y de nuestra vida; y a la claridad contra la mentira y el encubrimiento de la verdad. A Ella nos dirigimos con la confianza de que: ‟Pues que para nos valer tanto vales, da remedio a nuestros ,males‶. 4.- Una llamada al candor, o lo que es lo mismo, a la sinceridad, la sencillez y la pureza de alma. La devoción a la Virgen de los Remedios es una invitación a la lucha contra la malicia, la hipocresía, el engaño, la afanosa búsqueda del provecho propio, los intereses personales o de grupo, aunque sea explotando a los demás, engañando o abusando: todo eso que para muchos es ser listos y saber vivir. Cuanto más perfecto es un ser, es más sencillo. Cuando más vale, menos alardea. Cuanto más auténtica autoridad tiene, menos importancia se da. Cuanto más vela, más sirve. La Virgen de los Remedios lleva un Niño en los brazos, lleva a Jesús, que nos dijo: ‟Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos‶. Necesitamos cristianos y evangelizadores de corazón candoroso, puro y sencillo, que nos iluminen para descubrir las bellezas de una vida en fraternidad, bajo la mirada del Padre común. 5.- La Virgen de los Remedios nos hace una llamada a la limpieza. En nuestros tiempos hay especiales dificultades para vivir con manos inocentes y corazón limpio. ‟Nos preocupa el deterioro moral de nuestro pueblo‶. ‟Creemos que nos hallamos ante una sociedad moralmente enferma‶. (VhL). Una afanosa búsqueda de comodidades y satisfacciones egoístas, eliminando todo sacrificio y todo esfuerzo, va creando un tipo de personas lánguidas, débiles, sin fuerza interior, incapaces de resistir a la tentación de la carne, del poder y de la codicia. Por todas partes se nos brinda una sensualidad fácil y corrosiva; cesiones y concesiones al gusto, condescendencias y cobardías ante las pasiones egoístas, nos van destruyendo lentamente, sutilmente. Para muchos ya todo es igual; todo está permitido. Así se apaga todo ideal sublime, se ensucia la vida, se trivializa el amor y el sexo, se corrompen las buenas costumbres; cada vez se nos va nublando más la mirada y nos vemos mal unos a otros. Necesitamos una fuerza del Espíritu para romper esa especia de encantamiento, para descubrir la fealdad y el vacío de una vida turbia y oscura que arroja las almas en el desencanto y el hastío. La Virgen de los Remedios --Virgen Purísima– es una invitación a la limpieza de vida, de corazón, de mirada. ‟Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios‶. ¡Verán a Dios! Dios existe y vive entre nosotros; pero a veces no le vemos porque tenemos lmanchado el corazón. La Nueva Evangelización exige hombres y mujeres con una vida limpia de egoísmos y pasiones para ser focos de limpieza en el mundo, faros de luz en el caminar de los hombres. ‟Pues que para nos valer tanto vales (Virgen de los Remedios), da remedio a nuestros males‶. 6.- La Virgen de los Remedios es una llamada a la claridad y a la transparencia. Una característica de nuestra época es la ambigüedad y la indefinición en cosas fundamentales. ¿Quién dice toda la verdad? Se dice la verdad que interesa, ‟Domina la persuasión de que no hay verdades absolutas y de que toda certeza es síntoma de inmadurez y dogmatismo‶. De esta persuasión puede deducirse que tampoco hay valores que merezcan una adhesión incondicional y permanente; y la tolerancia se torna como indiferencia relativista que cotiza a la baja todo asomo de convicción personal o colectiva. De esta forma se borra la línea divisoria entre el bien y el mal. Una cosa es buena o mala según interesa. Se mezcla todo, según convenga. El mundo necesita claridad, más claridad en las personas. La desorientación de la gente es grande, y necesitan vidas luminosas que orienten, no que desorienten y confundan. ‟Que vuestro lenguaje sea sí, sí, o no, no‶, nos dice el Señor. La Nueva Evangelización exige evangelizadores claros y transparentes en el pensar, en el hablar, en el trato, en la convivencia, sin reticencias ni medias verdades, sin camuflar nunca la verdad, ni falsear la realidad, sin rumores infundados ni juicios temerarios e injustos. La vida del cristiano tiene que ser luminosa, clara, transparente, sin hipocresías ni dobleces, sin pensar mal por principio ni buscar segundas intenciones. El bautizado es un iluminado y estamos llamados a ser ‟luz del mundo‶. Autor: Mons. Antonio Dorado Soto Más artículos de: Homilías Mons. Dorado Festividad de la Virgen del PilarFestividad de la Virgen de la Victoria Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir