DiócesisHomilías Mons. Dorado Santos Ciriaco y Paula, Patronos de la Ciudad de Málaga. Publicado: 18/06/2005: 991 S. I. Catedral 1. Saludo. Nos reunimos, un año más, para celebrar la Eucaristía que da sentido a la solemnidad de los santos patronos de Málaga, Ciriaco y Paula. Al mismo tiempo, la veneración de los santos mártires nos ayuda a reflexionar sobre la fe y a fortalecer la dimensión de testimonio a la que todos somos llamados. Agradezco muy sinceramente al Párroco de los Santos Mártires, al Hermano Mayor de la Cofradía, a la Junta de Gobierno, a los cofrades y a todos los devotos que este día peregrináis hasta la Catedral Basílica junto a las imágenes de los santos Ciriaco y Paula. Es un gesto de confesión de fe cristiana, recibida y mantenida en esta antigua ciudad de raíces católicas y que, confiados en Dios, esperamos se mantenga fiel al Evangelio de Jesucristo. Junto a los santos patronos debemos recordar a los muchos malagueños que también fueron mártires durante las persecuciones de Diocleciano y de Maximiano. En el anonimato para nosotros, viven con Dios para siempre y son signo de la fidelidad en años difíciles para la vivencia cristiana. Esta tarde deseamos hacer memoria de los patronos y de aquella comunidad cristiana que supo y quiso ser "sal de la tierra y luz del mundo", en un contexto social que en ocasiones era contrario al Evangelio. No se doblegaron, sino que se mantuvieron en el amor y seguimiento de Jesucristo. La solemnidad de los patronos Ciriaco y Paula nos mueve a dar gracias a Dios por ellos, por su vida y por su muerte como testigos de la fe en Cristo. Y también a pedir a Dios por la intercesión de los santos patronos de Málaga, las gracias que necesitamos. 2. Tres gracias que debemos pedir a Dios. 1º) En las circunstancias actuales debemos pedir con insistencia a Dios la gracia de vivir la fe cada día de forma más personalizada y testimoniada. El ambiente que nos rodea no facilita en muchas ocasiones la fe. Santa Teresa de Jesús decía que los tiempos suyos eran tiempos "recios", duros, difíciles. En estos tiempos es cuando la fe, recibida como don de Dios, tiene que vivirse muy al interior de cada uno de nosotros, como algo muy personal. Independiente del ambiente que nos pueda rodear, la fe es don y respuesta de cada uno. Pido a Dios, por intercesión de los santos Ciriaco y Paula, nos conceda a cada uno la gracia de mantenernos en la fe, aunque tuviéramos que vivirla en ambiente hostil o, por lo menos, indiferente. 2º) En segundo lugar, os invito a pedir a Dios por intercesión de nuestros patronos, la gracia de ser "evangelizadores"de los ambientes donde vivimos, donde trabajamos. Allí donde hay un cristiano debe haber un evangelizador en nombre de Jesús. Por los sacramentos de la iniciación somos enviados a anunciar al Señor, a proclamar su revelación de que somos hijos del Padre y hermanos unos de otros. Que en la Iglesia vivimos la salvación del pecado y de la muerte que El nos ha obtenido por su muerte y su resurrección y que caminamos hacia la promesa de la vida eterna. Que acogemos con gratitud el mensaje de las Bienaventuranzas, el Mandamiento Nuevo, el perdón, la fuerza que nos hace compartir los bienes especialmente con los más pobres. Málaga necesita de hombres y mujeres, niños, jóvenes, adultos y ancianos, que sean con su vida y su palabra verdaderos "predicadores"de la palabra de salvación de Jesucristo. Lo mismo que lo hicieron aquellos cristianos de los primeros siglos, muchos de ellos mártires por el evangelio como Ciriaco y Paula. Es necesario que con profundo sentido de fe demos razón de la esperanza que tiene su fuente en Jesucristo, con obras y palabras y sepamos dar respuesta a tanta persona como busca un sentido de la vida, de la muerte, del dolor, del amor, de la fraternidad, del gozo, del fracaso. 3º) Por último, pido a Dios la gracia de que vivamos el sentido de la familia cristiana. Es la base de la sociedad y de la Iglesia. Sin sentido de la familia, los valores más indispensables de la vida de los hombres y de las mujeres se olvidan, se rompen. Queridos cristianos, amad vuestra vida familiar, cuidadla, dedicad tiempo a ella, y que sea verdaderamente Iglesia doméstica donde se recibe la Palabra de Dios, se ora juntos, y se ayuda a cada miembro de la familia a convertirse en servidor de los hermanos. 3. A todos los reunidos os invito a integraros cada día más en vuestras respectivas parroquias y en cualquiera de los distintos Movimientos familiares que existen en la Diócesis. En ellos podremos profundizar en la Palabra de Dios, celebrar la Eucaristía y fortalecer la necesaria experiencia de vida comunitaria que tiene todo cristiano. La mirada a las imágenes de los santos Ciriaco y Paula y el recuerdo de su vida nos impulsan a vivir en Málaga un cristianismo fuerte, cohesionado, generoso y entregado. Es la mejor ofrenda que podemos hacer en este día que celebramos la solemnidad de nuestros patronos. 4. Conclusión. Fomentad la devoción a los patronos. Que cada cristiano malagueño tenga conciencia agradecida de que la historia del cristianismo en nuestra querida ciudad, en la diócesis, tiene comienzo desde hace muchos siglos. Que en la antigua ciudad de pocos habitantes nuestros antepasados amaron a Jesucristo y se propusieron serle fieles durante toda la vida, a pesar de que debieron soportar persecuciones y martirio. La fe requiere la ilusión y el entusiasmo de los neo-conversos. Es mi petición a Dios por intercesión de los santos mártires. Que todos vivamos el entusiasmo, la audacia y la alegría de creer y amar a Jesucristo, de ser miembros de la Iglesia, de que deseamos que nuestra vida sea, a imagen de Jesús, entrega en favor de los demás. Cuando volvamos en procesión al templo de los Mártires nuestro propósito debe ser muy explícito. Seguir siempre al Señor, fieles a su Palabra, en la Iglesia. Es el convencimiento que renovamos un año más y que manifestaremos con nuestra vida. Y mientras llega el día 18 de Junio de 2006, nuestra veneración por los patronos se hará cada vez más intensa y frecuente. Porque el recuerdo de la vida y de la muerte de los santos Ciriaco y Paula nos animan y ayudan a vivir como cristianos. + Antonio Dorado Soto Obispo de Málaga Diócesis Málaga @DiocesisMalaga Más artículos de: Homilías Mons. Dorado Festividad de San Pedro PovedaNovena Hdad. Ntra. Sra. de la Paz, Patrona de Ronda Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir