NoticiaEntrevistas Cardenal Sebastián: «Mi madre era una gran mujer» Cardenal Fernando Sebastián · Autor: S. FENOSA Publicado: 28/05/2014: 13802 El 30 de mayo celebramos a san Fernando, a quien debe su nombre el cardenal Fernando Sebastián, quien comparte su vida con los malagueños desde que se jubilara hace ya siete años «Llevo 60 años estudiando Teología y todavía me sorprendo descubriendo cosas nuevas» El 30 de mayo celebra usted su santo, ¿qué destacaría de esta figura? Nos lo presentan como muy devoto de la Eucaristía. Es un ejemplo de santidad, en una vida seglar agitada y difícil. Me llama la atención lo que se cuenta del momento de su muerte: se levantó del lecho, agonizante, y se arrodilló para recibir el viático. Yo le tengo devoción como hombre de Dios, como devoto de la Eucaristía, hombre justo y misericordioso en su reinado e indulgente. Concluimos el mes de mayo, mes de María, mes en que recordamos de forma especial a nuestras madres. ¿Cómo recuerda usted a su madre? Como una gran mujer. Yo era el pequeño de cuatro hermanos y he vivido una relación muy intensa y profunda con mi madre: de cariño, veneración, gratitud y ternura. Además, tuve la gran suerte de poder tenerla conmigo los cuatro últimos años de su vida. Me marché de casa a los 15 años y una de las cosas más dolorosas de aquella despedida fue la separación de mi madre. Y después, Dios nos regaló poder vivir juntos los últimos años de su vida, en buena parte en Málaga. Murió en el 95 en Pamplona, y aquí estuvimos desde el 91 al 93. Padeció una enfermedad muy dolorosa y por lo tanto yo conservo realmente un sentimiento de mucha ternura de sus últimos años de vida y de enfermedad. En una ocasión dijo, siendo yo sacerdote, “yo le pido a Dios todos los días de mi vida, morir en brazos de mi hijo”. Y esa gracia Dios se la concedió porque yo estaba cogiéndole la mano en Pamplona la tarde que ella murió. Sus clases en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Pablo son de las mejor valoradas por los alumnos, seglares que, con poco tiempo y mucho esfuerzo, mejoran su formación. ¿Qué les dice a estos alumnos? Que tienen mucho mérito. Yo bajo muy a gusto a clase porque es corresponder al esfuerzo de esos alumnos. Además son buenos estudiantes. Tienen verdadero interés por las asignaturas y me parece que es un servicio muy importante en la Iglesia. Se trata, de formarnos sobre las realidades de nuestra fe; sobre Jesús, su vida, sus enseñanzas, su revelación; sobre Dios y su revelación; sobre la estructura de la vida huamana, la libertad, el comportamiento moral en las complejas circunstancias de la vida presente... Es muy divertido estudiar Teología detenidamente y siempre hay mucho que aprender. Yo llevo 60 años estudiando Teología y todavía me sorprendo descubriendo cosas nuevas.