NoticiaConoce la Catedral El niño y el pajarito Publicado: 10/02/2023: 11149 En textos anteriores nos ocupamos de la talla de la Virgen de los Remedios que preside el tabernáculo marmóreo de la capilla mayor de a Catedral de Málaga. Esta delicada obra acumula tanta historia y curiosidades que, en esta ocasión, nos detenemos en el Niño Jesús que sostiene en sus manos. Un Niño, gordezuelo y rubicundo, que sujeta un gorrión o pajarito, del que le ha venido el sobrenombre por el que muchas personas conocen a esta imagen cinco veces centenaria. Sin que hubiera propósito determinado cuando se decidió entronizar la imagen en este espacio, una vez perdida la función originaria del citado templete, la verdad es que la particular iconografía de este Divino Infante vino muy a cuento en el espacio del presbiterio catedralicio, que posee un marcado sentido cristológico y donde se celebran las eucaristías todos los domingos y fiestas. Completando el símil del alma que busca la compañía y la protección al lado del Señor, se añade otro matiz, que resulta del todo imposible de apreciar por los fieles a causa de la distancia. El animalito, con las alas extendidas, pica uno de los deditos del Niño, completando así la simbología porque, además de lo expresado, se alude al alma cristiana que se nutre y vivifica con el cuerpo y la sangre de Cristo, visualizando de este modo una referencia eucarística de lo más sutil y hermosa. Aunque es frecuente en la iconografía mariana la inclusión de tales pajaritos, caso de la misma patrona Santa María de la Victoria, resulta menos usual este detalle que, por cierto, y según se cuidó de expresar bien el anónimo escultor que labrara esta joya de nuestro patrimonio, no produce ningún dolor en el pequeño Jesús, sino antes al contrario, lo hace sonreír con una rictus que, a las claras, transmite todo el gozo redentor. Por Alberto Palomo