Noticia Justicia y caridad no se oponen Publicado: 27/09/2015: 10191 En una sociedad donde los desequilibrios son cada vez más fuertes y los pobres cada vez más pobres es necesario recordar que justicia y la caridad no se oponen. Todo lo contrario: están íntimamente unidas y ambas son necesarias. De hecho se completan recíprocamente. La justicia propicia que se supere el desequilibrio entre quien tiene lo superfluo y a quien le falta lo necesario. La justicia exige el ejercicio de la misericordia. Y por eso está íntimamente unida a la caridad. Ésta impulsa a estar atento al otro y a salir al encuentro de su necesidad en lugar de encontrar justificaciones para defender los propios intereses. El amor siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa, porque frecuentemente se propician situaciones injustas de necesidad material en las que es indispensable una ayuda que muestre un amor concreto al prójimo. Para ello es necesario crecer espiritualmente y favorecer un proceso de conversión personal y comunitaria. Ésta comienza con la honradez y el respeto de los demás: una indicación que vale para todos, especialmente para quien tiene mayores responsabilidades. Desde el momento en que Dios nos juzga según nuestras obras es allí, en los comportamientos, donde es necesario demostrar que se sigue su voluntad. Las cosas irían mucho mejor si cada uno observara los mandamientos.