La religión en la escuela es motivo de discusión en numerosos foros, aunque no siempre se tienen datos suficientes para hacerlo con criterio. La Constitución Española, en su artículo 27.3, establece que los poderes públicos deben garantizar el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Sin embargo, la Conferencia Episcopal y los padres de aquellos alumnos que quieren cursar esa asignatura optativa, consideran que este derecho está obstaculizado por la actual legislación, que sigue sin reconocer el carácter básico de esta enseñanza, y vulnera así los acuerdos Iglesia-Estado. Las alternativas a la enseñanza religiosa consisten en actividades sin valor académico, que devalúan la materia y dificultan su encaje en el curriculum educativo de nuestros niños y jóvenes. A pesar de eso, un 80% sigue matriculándose en religión. Nos lo cuenta en este reportaje, Ana Mª Medina, para la revista "Diócesis"

Benedicto XVI, en el Congreso de la diócesis de Roma de junio de 2007, afirmó: “Es nuestra tarea intentar responder a la demanda de verdad, confrontando sin temor la propuesta de la fe con la razón. Así ayudaremos a los jóvenes a ensanchar los horizontes de su inteligencia, abriéndose al misterio de Dios, en el que se halla el sentido y la dirección de su existencia”. El aprendizaje voluntario de la religión católica en las escuelas es parte de una concepción educativa que propugna la formación integral de la persona, sin escatimar, con excusas ideológicas, contenidos que benefician notablemente a los niños y jóvenes.

HA LLEGADO EL MOMENTO

Conforme a la legislación establecida, los colegios están obligados a ofrecer esta asignatura a los padres de los alumnos cuando se formalicen las matrículas, siendo ésta de libre elección. El impreso por el cual se solicita la inscripción del alumno debe ser entregado junto a los demás escritos de matriculación, aunque en algunos centros no se entrega con el resto.  El plazo para efectuar la matrícula para los alumnos de infantil y primaria es del 1 al 8 de junio, y el de los de secundaria y bachillerato, del 1 al 8 de julio. Precisamente en esta última etapa de la enseñanza obligatoria es en la que más disminuye el número de matriculaciones en Religión. De una media del 83% de alumnos en infantil y primaria, se pasa a una del 67% en secundaria y bachillerato. Padres, alumnos y profesores piensan que, entre las causas de este descenso, se encuentra la falta de una alternativa académica y la nula influencia de las notas de Religión a la hora de acceder a estudios universitarios.

 EN DATOS

- España dedica de media una hora y cuarto semanales a esta asignatura, la mitad que Alemania, Reino Unido, Italia, Holanda o Bélgica.
- La demanda ronda el 75% de los alumnos

- El estatus académico y económico del docente no es el mismo que el del resto de profesores fijos, sino que se equipara al de los interinos.
- La calificación no puntúa para acceder a la Universidad.
- Las alternativas no tienen valor académico.