MANUEL ROLDÁN. Del lamento a la dicha
Manuel Roldán López
Manuel Roldán López, párroco de Virgen del Rocío, en San Pedro de Alcántara ofrece una reflexión sobre el lamento y la alegría a la luz del ejemplo de la Virgen María
Una buena parte de nuestros lamentos se la lleva la constatación de no estar en el lugar adecuado, y nos lamentamos de haber perdido, precisamente por ello, una buena ocasión. Otras veces nos lamentamos por lo contrario: “¿Quién me mandaría estar aquí?”. Otras veces nuestros lamentos van por lo que decimos y después nos damos cuenta de lo inadecuadas que han sido nuestras palabras. Otras veces nos lamentamos por no haber sabido decir lo que teníamos que haber dicho y no lo hicimos. Otras veces nos lamentamos de no haber hecho las cosas como tendríamos que haberlas hecho... En fin la lista de nuestros lamentos casi no tendría término.
Si contemplamos a nuestra Madre la Virgen María nada de eso encontramos, no encontramos nada. En ella vemos cómo está donde debe estar, dice lo que debe decir y hace lo que debe y como debe hacerlo. ¡Qué maravilloso ejemplo encontramos en ella!
Blanca Paloma, Virgen del Rocío, que aprendamos de ti, que guiados por el Espíritu Santo vayamos disminuyendo nuestra lista de lamentos y en esa misma medida aumente la lista de nuestros aciertos. Y nuestro espíritu se alegre contigo, y unidos a ti podamos decir: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador porque ha mirado la humildad...”