NoticiaClero MI CURA, por Tamara Cordero Tamara Cordero, con amigos Publicado: 06/07/2020: 18707 Tamara Cordero, periodista malagueña, redactora jefe de la revista 21. Hablar de mi cura es hablar de amistad, acompañamiento, acogida y cariño. Recuerdo a todos los que han estado presentes en cada etapa de mi vida. Al primero me costó decirle adiós, por esto de que a las personas nos cuesta desprendernos de aquello que queremos, pero me enseñó a vivir con el corazón, algo que desde entonces siempre tengo presente: “Déjalo todo y sígueme”. Por eso, hablar de mi cura es también hablar de obediencia a Dios, que nos entrega la vida. También es mi cura aquel que un día me dijo que “no es malo esperar que las cosas vengan de Dios, pero tienes que ponerte en movimiento para poder escucharlo”; o aquel que, confiando en mí, me animó a formar parte de la pastoral, “porque tenemos mucho más que dar de lo que somos capaces de ver”. Y también es aquel que, mirándome a los ojos, me animó a encontrar aquello que yo sabía que me hacía feliz. Hablar de mi cura es hablar de personas entregadas que durante esta crisis se han mantenido al pie del cañón, atendiendo a todos los que lo necesitaban, sin horarios ni excusas, expuestos a contagiarse. Hablar de mi cura es hablar, sin duda, de mi familia, la de la fe, la que acompaña mi día a día y no solo me guía, si no que me acoge y me quiere tal y como soy. Mi cura es un amigo que me acerca a Jesús con su testimonio de vida, a veces de manera explícita y a veces con la sutil mirada del Amor que se encarna en su vida.