NoticiaClero MI CURA, por Maite Tello Maite Tello, secretaria general de la Fundación Victoria Publicado: 06/07/2020: 16679 mi cura Siempre he entendido el Evangelio como algo vivo y he procurado rodearme de personas que me recordaran diariamente esa premisa, entre ellas, estás tú: “mi cura de barrio humilde”. Tú me refrescaste la importancia de bajarse, que es lo que hacía Jesús en su vida. Bajar para estar cerca de tus feligreses, y así nos saludabas cada domingo en la puerta de la parroquia y nos despedías en el mismo sitio. Bajar con los niños y los jóvenes, acercándote a ellos, a sus hobbies y a sus aficiones, y así jugaste cursos enteros en la liga interna del cole del que eras capellán, para después sentarte con ellos y compartir sus miedos y anhelos. Así da gusto, amigo cura. Así nos bajabas el Evangelio a cada uno de nosotros y nos ayudabas a acercarnos un poco más a Cristo. Eternamente agradecida por encontrar a alguien tan cercano y a la vez tan en su sitio para acompañarnos en nuestro proceso de fe, ya fuese en las misas o dando un paseo. Aunque estés en otro destino, en la parroquia se mantiene tu estilo, y es que quien vive el Evangelio como lo haces tú, lo transmite y lo sella en las personas. Como tú decías “no hay mayor pobreza que no conocer a Cristo”. Gracias