La noticia del decreto, dado en Málaga a las 8 de marzo, ha hecho sonar las campanas del templo en el mismo momento en que las monjas clarisas han rezado el ángelus, en compañía del director espiritual y párroco Rafael Pérez Pallarés, el vicario parroquial, Antonio Sosa, y algunos fieles, en torno a la imagen en el interior del convento, donde se ha procedido a su restauración en estos meses.

En 1889, tras la marcha de los frailes capuchinos, el beato Marcelo Spínola, entonces obispo de Málaga, entregó el convento a las Madres Clarisas a condición de que cuiden de la devoción de la Divina Pastora, manteniendo así sus raíces franciscanas. El camino hacia la Coronación se inició en 2018, y en octubre de 2019 se puso en marcha el expediente.  Con tres siglos de historia devocional ininterrumpida en el barrio de Capuchinos y cumplidos 250 de la congregación que cuida de su culto, la imagen será coronada canónicamente, siendo la tercera imagen pastoreña que recibe esta distinción en todo el mundo.