NoticiaPapa Francisco Una mano tendida a los enfermos en soledad Publicado: 14/11/2020: 14057 VICARÍA PARA LA ACCIÓN CARITATIVA Y SOCIAL El domingo 15 de noviembre celebramos la IV Jornada Mundial de los Pobres, propuesta por el papa Francisco bajo el lema “Tiende tu mano al pobre”. Son muchas las manos tendidas que “componen una letanía de buenas obras” en la Diócesis de Málaga. Hoy, os invitamos a visitar a los enfermos, de la mano de los grupos parroquiales de Pastoral de la Salud, en la persona del delegado de Pastoral de la Salud, Ignacio Bermúdez. «Esto nos preocupa como Pastoral de la Salud, y los grupos parroquiales tratan se paliar este déficit con la presencia y el acompañamiento de aquellos que lo necesitan» «Esta pandemia llegó de repente y nos tomó desprevenidos, dejando una gran sensación de desorientación e impotencia. Sin embargo, la mano tendida hacia el pobre no llegó de repente. Ella, más bien, ofrece el testimonio de cómo nos preparamos a reconocer al pobre para sostenerlo en el tiempo de la necesidad. Uno no improvisa instrumentos de misericordia. Es necesario un entrenamiento cotidiano, que proceda de la conciencia de lo mucho que necesitamos, nosotros los primeros, de una mano tendida hacia nosotros», afirma el papa Francisco en su Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres. Este entrenamiento cotidiano es el que experimentan desde los equipos de Pastoral de la Salud de las parroquias, «en los últimos años hemos observado un aumento de un fenómeno que afecta a cada vez más personas: la soledad. El envejecimiento de la población junto con una sociedad que vive ajena, en muchos casos, a todo lo que supone limitación, atención a los mayores, enfermos y en la que el individualismo se impone a lo colectivo y al cuidado entre nosotros, la soledad se mete en los hogares y los corazones de tantas y tantas personas. Se trata de una pobreza relacional que en muchos casos también se une a escasez de recursos económicos y que provoca una sensación de fracaso y vacío», explica el delegado de Pastoral de la Salud, Ignacio Bermúdez, quien añade: «La persona se siente privada de una característica fundamental y necesaria para una vida plena y satisfactoria, como son las relaciones con los otros. Esto nos preocupa como Pastoral de la Salud, y los grupos parroquiales tratan se paliar este déficit con la presencia y el acompañamiento de aquellos que lo necesitan. La situación sanitaria actual hace que esta pobreza sea mayor por la imposibilidad de acompañar físicamente a muchas personas, por lo que es necesario ser creativos y hacernos presentes al lado de estos hermanos mediante métodos y formas nuevas. Lo fundamental es llevar la esperanza de la Buena Noticia de Jesús que nos dice “no os dejo solos”».