NoticiaHistoria de la Iglesia La antigua poesía cristiana: Prudencio Publicado: 04/02/2014: 7387 Desconocido por la mayoría de los españoles, incluso universitarios, fue el español Aurelio Prudencio Clemente. Nació en el 348, en la provincia tarraconense, y con toda probabilidad en Calahorra, aunque Tarragona y Zaragoza disputan su cuna. Ejerció la abogacía, desempeñó importantes cargos administrativos y, tras una profunda crisis de conciencia, determinó alabar a Dios mediante la poesía. Gran impresión le causó un viaje a Roma ante el recuerdo de sus mártires. Se desconoce la fecha de su muerte. Sus poemas, redactados en latín, de metrificación muy variada, bajo el influjo de los grandes clásicos como Horacio, Virgilio y otros poetas latinos, justifican que Prudencio sea considerado el mejor poeta cristiano de Occidente. Su producción poética es abundante: sobrepasa los diez mil versos. Cultiva todos los géneros literarios de la poesía clásica: la lírica, la elegía, la epopeya, la tragedia y el epigrama. Todas sus obras tienen un título griego, según costumbre de la época. De gran belleza es su "Cathemerinon" o el libro de la jornada; comprende 12 himnos religiosos pensados para ser recitados en los diversos momentos del día, como "a la hora del canto del gallo", "antes de la comida", "a la hora de encender las lámparas", en el "día de Navidad". Muy celebrada es su "Peristephanon" o sobre la corona de los mártires; son 14 himnos que cantan el heroismo de los mártires tanto romanos como hispanos. Entre los mártires romanos, destacan por su fuerza descriptiva los dedicados a san Lorenzo y a santa Inés; entre los hispanos los dedicados a santa Eulalia y a los 18 mártires de Zaragoza. Un bellísimo poema alegórico es la "Psycomachia" o lucha del alma. En este poema se personifican las virtudes y los vicios que intentan apoderarse del corazón del hombre; como la fe y la idolatría, la castidad y la lujuria. Este poema ha influido mucho en el arte medieval. Es lamentable que nuestro poeta Prudencio esté olvidado y resulte extraño a la mayoría culta de los españoles. De Prudencio se conservan 310 manuscritos, muy apreciados en la Edad Media. Su influjo se refleja en el arte medieval. La liturgia romana de las horas ha incluido en sus himnos fragmentos de sus obras. Hoy, la lectura de sus poemas nos enriquecen por la belleza de su estilo y causan un claro sosiego a nuestro espíritu. Autor: Santiago Correa, párroco en S. Ignacio y Sta. Marí