Jesús Martínez Vives pertenece a la parroquia Madre del Buen Consejo de Torremolinos. Trabaja como oficial de notaría en Málaga. El 20 de abril celebró su 25 aniversario de matrimonio con su esposa María Dolores, con la que tiene dos hijos: Pedro y Jesús.

Para Jesús, «la vocación me viene desde jovencito. Al principio le dije a Dios que no, que mi vocación era el matrimonio, pero en 2017, el cura que era mi párroco en ese momento, Rafael Pérez Pallarés, me preguntó directamente: “¿Tú no has pensado en ser diácono permanente?” Lo rezamos en familia y dijimos que sí. Inmediatamente, me puse al habla con D. Antonio Eloy, rector del Seminario, al cual le agradezco enormemente todo su esfuerzo y dedicación. También se lo agradezco a mis sacerdotes actuales D. Antonio Jesús Jiménez y D. Miguel Norbert, que me ayudan en este camino. La vocación la voy alimentando desde la oración, tanto personal como comunitaria y, como no, en la oración familiar. Me gustaría que mi diaconado, cuando llegue, fuese un ocultarme y desaparecer yo para que sea Jesús el que se luzca».