En dicha celebración, concelebrada por el P. Carlos Paz, CMF, parte de uno de los grupos de la parroquia del Carmen del Perchel, participaron un buen número de componentes de esta realidad diocesana. 

En la homilía, el consiliario, destacó la figura de Simeón y Ana como hombre y mujer de fe, de espera confiada y de sólidos cimientos humanos, «mayores en edad, pero niños en deseos y sueños cumplidos». Estos dos santos fueron proclamados, en el 4º pleno nacional de Vida Ascendente, en 1998, patronos de este movimiento en España. «La edad lleva consigo achaques y limitaciones, pero, sobre todo, experiencia, sabiduría, esperanza, fidelidad, desprendimiento, tranquilidad, madurez...», afirmó Damián Ramírez, quien dirigió a los miembros de Vida Ascendente la siguiente invitación: «No olvidéis que Dios os ha concedido llegar a la edad que tenéis. Dadle gracias como Simeón y Ana, porque seguro que os quiere regalar ver sus rostro, sentir su presencia, trasmitir vuestra experiencia... Y seguid creciendo, fortaleciendo los tres pilares de la amistad, la espiritualidad y el apostolado».