Calaminos pertenece desde el curso pasado a la comunidad agustiniana de Ntra. Sra. de Gracia, que regenta en Málaga el colegio Los Olivos, centro en el que colabora en diversos ámbitos educativos y de pastoral: grupos de jóvenes, catequesis, comedor y clases de refuerzo de inglés.

Nacido en Filipinas hace 27 años, Calaminos lleva más de cuatro en nuestro país. Recibió su formación teológica en Valladolid y continúa ahora en Málaga su formación para el sacerdocio.

Este joven religioso recuerda el día de su profesión solemne como «una celebración de la fe, un testimonio del amor infinito de Dios junto a mi familia. Y es que, aunque mi familia de Filipinas no haya podido venir, como misionero que soy, esta es mi familia: los hermanos de mi congregación, mi colegio, los catequistas, los profesores todos los que estuvieron en la celebración». Si tuviera que quedarse con una frase de San Agustín que marcara su vida como agustino, Calaminos señala la que eligió para la invitación del día de su profesión: «Ahora te amo a ti solo, a ti solo sigo y busco, a ti solo estoy dispuesto a servir, porque tú solo justamente eres mi dueño. Manda y ordena, te ruego, lo que quieras, pero sana mis oídos para oír tu voz, sana y abre mis ojos para verte».

Cuando se acaban de cumplir 500 años de la cristianización de Filipinas gracias a la expedición española capitaneada por Magallanes, Glen manifiesta su alegría por continuar trabajando «en un lugar donde se hunden las raíces de la fe que, como un regalo, llevaron los misioneros agustinos de España a Filipinas. Ahora, como un viaje de vuelta, somos muchos los agustinos filipinos que venimos como misioneros y que trabajamos en todas partes de Europa. Ahora nos toca a nosotros colaborar con España en la pastoral».