La Asociación de Feriantes de Málaga entregó a Proyecto Hombre un donativo de 7.000 euros durante una acto celebrado el jueves 1 de agosto en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento.

«La labor de esta asociación, sin ánimo de lucro, es colaborar con el Ayuntamiento para repartir la Feria», explica Juan Ramírez, y añade que ese dinero «es parte de lo que se gana cada año y como no tenemos ánimo de lucro, todos los beneficios se destinan a diferentes causas benéficas. Y justo Proyecto Hombre ha sido la seleccionada por todos los socios y directivos durante varios años, por las buenas referencias que tenemos del trabajo que realizan. Incluso el Ayuntamiento nos lo recomendó». «Yo no conozco mucho a Proyecto Hombre», reconoce Ramírez, pero «sé que es una asociación que ayuda mucho a las personas que más lo necesitan».

La feriade Málaga se acerca y Juan afirma que ya mismo se irá notando ambiente de feria, aunque «la economía no ande demasiado bien. Pero, ya que tenemos unos días más de feria, esperemos que se note también en los ingresos», desea. Y así el año que viene de nuevo harán entrega de un donativo a otras causas benéficas necesitadas.

Proyecto Hombre

Con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, el 26 de junio, Proyecto Hombre presentó en el Obispado de Málaga los datos de la Memoria 2018, entre los que destacaba las 612 atenciones llevadas a cabo por Proyecto Hombre el año pasado en las áreas de prevención y tratamiento, así como una media de 474 residentes en los diversos centros.

Las demandas en el campo de las adicciones son cada vez más diversas, muy diferentes a las que se daban hace 33 años, y es que en el año 2015, la Fundación Centro Español de Solidaridad de Málaga (CESMA) formada por la Diócesis de Málaga, la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos Ntra. Sra. de los Dolores y la Asociación Horizonte de Marbella, celebró el trigésimo aniversario de su constitución con el objetivo de poner en marca el programa “Proyecto Hombre” en Málaga. Un ejemplo de ello es ALAIA, un recurso destinado a personas que sufren tristeza vital prolongada en el tiempo y quieren salir de ella.