NoticiaMigraciones «Esto se llama humanidad» Publicado: 14/11/2024: 3644 Gesto viral El miércoles, día en que la DANA afectó de manera más directa a Málaga y su provincia, un joven de Guinea era grabado rescatando a una mujer paralizada por el miedo en medio de la calle, completamente inundada. Ese mismo día, la Delegación de Migraciones celebraba de manera online su habitual Círculo de Silencio por los migrantes y refugiados. El gesto, viralizado por las redes, pone rostro a lo que la Iglesia defiende: «Somos, ante todo, personas, y hermanos unos de otros». Rubén Correa es voluntario de la Delegación de Migraciones de Málaga, donde su papel es el de representar a las personas migradas, además de miembro de la Plataforma Ecosocila Laudato Si'. La “casualidad” hizo que presenciara por la ventana del bloque donde vive la actuación de un vecino: Mansour, joven natural de Guinea y acogido en un dispositivo de CEAR. Lo vio retirando contenedores que avanzaban flotando en medio de la riada para que no causaran problemas y, junto a su mujer y su hijo, Rubén le animó en ese gesto de solidaridad. Del mismo modo, presenciaron y pudieron grabar con sus teléfonos el momento en que el joven rescataba a una mujer que se había quedado bloqueada cuando intentaba avanzar en medio del agua. @rubencho1529 #Málaga #dana #heroe #migrantes La mejor manera de derribar las estigmatizaciones de la sociedad!. ♬ sonido original - Rubencho «Frente a tantos relatos de odio, es bonito visibilizar esto. No es una cosa aislada. Él y otros muchachos que conocemos, y que comparten residencia con nosotros en este mismo dispositivo, viven la fraternidad como algo esencial. Se juntan en los momentos buenos y en los malos, y para ellos lo natural es ayudar a quien está en problemas», cuenta Rubén. Él es también migrante, y por su labor como abogado implicado en la defensa de los derechos de los migrantes, tuvo que abandonar su país y reside en Málaga desde hace año y medio junto a su familia. Rubén aprovechó para grabar la actuación de Mansour, de una persona que ayuda a otra persona, y luego una breve conversación con él en la que el joven migrante expresa: «ver eso me duele en mi corazón, cuando yo veo a gente que necesita ayuda, yo voy a ayudarle». A los pocos días de aquel gesto, que se hizo famoso, Mansour recibió entre muchas una oferta de trabajo en León, donde se incorporará a trabajar en una empresa que apuesta por la integración de personas migrantes, dedicada a la fabricación de paneles, a partir de enero. «Las personas que vienen de África tienen una manera de ver la vida en unión con los otros, y eso nos enseña muchas cosas. Nosotros, en cambio, podemos estar encerrados en nuestros intereses, en ver lo nuestro, como los coches que seguían circulando con el agua hasta arriba poniendo en riesgo sus vidas y la integridad de los demás, porque la ola que provocaban hacía que entrara en las viviendas y en los locales…», cuenta Rubén. Para él, lo que este gesto que se ha hecho viral nos puede hacer pensar es que «superemos las etiquetas. No podemos mirarnos viendo a alguien diferente, un “moro”, un “negro”, alguien que no es español… Ponemos en marcha un montón de estigmatizaciones transversales que son las que resisten estos muchachos en todas sus acciones. No le pongamos etiquetas. Lo que hemos visto se llama “humanidad”. Si yo puedo ayudar, en la medida que pueda, lo hago. Ahí es donde debemos encontrarnos todos. Esto nos enseña a mirar a las personas más allá de las características. Las máquinas segmentan, dividen, nosotros no». El propio Rubén reconoce que, por ser migrante, a él y a su familia les resulta imposible encontrar un alquiler. «Literalmente nos cierran las puertas por ser migrantes. Cuando se enteran de que somos de Colombia, cambian de opinión. Si seguimos en la lógica de cada uno ponerse solo en su lugar y no pensar en el otro, no vamos a prosperar como humanidad, no vamos a poder seguir existiendo como humanidad, estamos destinados a perecer. Pero lo que nos enseña esta acción es eso. Yo salgo de lo mío y pienso en el otro, independientemente de donde venga, de qué color de piel tenga, cómo hable o qué religión practica. En Valencia también se mostró cómo todos estos chicos salían a ayudar a lo demás».