“Caminar y soñar juntos. Soñemos un mundo del trabajo más humano” es el lema elegido para este encuentro. ¿Qué le dice a usted este lema?

Es una llamada a seguir dando respuesta como Iglesia al mundo del trabajo poniendo como centro del trabajo a la persona y no los beneficios como decía san Juan Pablo II en Laborem Exercens nº 6.  También quiero ver en este lema una presencia de Iglesia en el mundo obrero donde hacer presente a Jesucristo con las palabras y con el testimonio. En este testimoniar a Jesucristo en el mundo del trabajo estamos llamados a soñar juntos con las personas trabajadoras, y sus organizaciones, y a compartir sus gozos y esperanzas, sus tristezas y angustias (Cfr. Gaudium et Spes 1). El papa Francisco habla mucho de soñar juntos para subrayar que los sueños se convierten en realidad cuando son compartidos.

¿Cuáles diría usted que son las necesidades más urgentes de este ámbito pastoral?

Creo que hay visibilizar el mundo del trabajo tanto en la sociedad como en la Iglesia. No considerar la pastoral del Trabajo como la tarea de unos especialistas sino que debe estar presente en la pastoral de las diócesis, de las parroquias… 

También hay varios retos para el presente y el futuro: que se constituyan equipos de pastoral obrera en las parroquias, fomentar los movimientos apostólicos comprometidos con la evangelización del mundo del trabajo, generar sinergias con aquellas organizaciones comprometidas con el trabajo tanto sindicales como empresariales, potenciar el trabajo digno, que los espacios del trabajo sean saludables, acabar con la siniestralidad laboral y un largo etcétera. 

En el encuentro se van a exponer varias experiencias de compromiso de organizaciones civiles y religiosas que colaboran en el desarrollo integral y humanizador de las personas empobrecidas del mundo obrero como la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente. ¿Son signo de esperanza? 

Evidente que son signo de esperanza todas aquellas experiencias que colaboran en la humanización del trabajo destacando la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente. La ITD está cobrando una gran fuerza haciendo llegar a las comunidades eclesiales y a la sociedad la necesidad de la implicación de todos para que el trabajo sea humano.  Cada vez son más las diócesis que realizan esta Iniciativa y otras con el fin de hacer del trabajo el gran tema (Cfr. Fratelli tutti nº. 162).

¿Tenemos la Doctrina Social de la Iglesia un poco olvidada?

Ciertamente la Doctrina Social de la Iglesia ha sido considerada como una realidad secundaria en el estudio de las ciencias religiosas. Pero también hay que decir que, en los últimos cien años, ha cobrado importancia convirtiéndose en un auténtico instrumento de evangelización. Las cuestiones actuales culturales y sociales, entre ellas el trabajo, son parte fundamental del pensamiento católico. En definitiva, es ver el hombre a la luz del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia. Desde la pastoral del trabajo estamos haciendo un esfuerzo por sacarla del “mundo académico” y hacerla llegar, en un lenguaje más comprensible, a todos y especialmente a las parroquias; en esto está jugando un papel muy importante los movimientos apostólicos y los Equipos Parroquiales de Pastoral Obrera.