¿Cómo reciben el nombramiento?

Con alegría e ilusión, con el peso de la responsabilidad, que se aligera con un equipo magnífico que caminará con nosotros. Agradecemos la confianza de don Jesús en una tarea tan importante. También brotan palabras de nuestro corazón agradecido a los anteriores delegados, Ismael Herruzo y Toñi Delgado, así como a todo el equipo con el que seguimos contando, obviamente. Nos ponemos al servicio de las familias de la diócesis fomentando la coordinación, el acompañamiento, la formación y la cultura de encuentro.

¿Qué significa para ustedes ser los delegados de Pastoral Familiar en este Año de la Familia convocado por el Papa?

Una oportunidad para ejercer la responsabilidad de coordinar distintos proyectos que nos acerquen a la Amoris laetitia, para que las familias descubran, vivan y testimonien que son la alegría de la Iglesia. En breve presentaremos el proyecto sobre el que todo el equipo de la Delegación trabajará este año. 

Una Pastoral en la que llevan muchos años sirviendo, tanto en la diócesis como en la Conferencia Episcopal. ¿Cuáles son los retos más importantes hoy día? 

Siempre nos gusta, antes de abordar una nueva tarea, reconocer el don, los muchos dones recibidos, que ahora piden dar fruto. La vida es don y tarea. Como son muchos los retos, lo cual nos puede despistar, el equipo de la Delegación de Pastoral Familiar se empleará a fondo buscando el objetivo número uno: unir más las familias a Cristo. Esta tarea nos lleva por el camino del amor, en el que todos somos acompañantes-acompañados para aprender a amar. Acompañaremos a los miembros de la familia, tengan la edad que tengan, a que descubran la verdad del amor en cada etapa de su vida… A ti, que a tu corta edad todavía caminas detrás de unos padres que te quieren. También cuando en tu juventud descubres el lenguaje del amor y el lenguaje de un cuerpo que cambia rápidamente. Te acompañaremos cuando tu corazón se llene con la presencia de la persona amada para que comprendas el bello horizonte que se os abre. Estaremos con vosotros cuando queráis construir una familia, para que sepáis hacerlo desde el compromiso y la fidelidad, respondiendo a la promesa que recibisteis. Pero también cuando surjan los primeros problemas y dificultades. Y perseveraremos acompañándoos cuando seáis abuelos, cuando una mirada de nostalgia se convierte en una mirada de fe y esperanza. En fin, un camino en el que emergen tres conceptos esenciales: vocación, misión y comunión. 

Son varias las obras que han publicado dedicadas a la familia, ¿alguna más a la vista? 

Una concluida y aparcada en estos difíciles momentos de publicación. Se trata de cómo envejecer “de cine”, apuntando a un esbozo de una pastoral de los más mayores en la que ellos sean auténticos protagonistas, promoviendo una cultura de todas las edades… Otro proyecto en marcha es presentar el mensaje del padre Henri Caffarel (fundador de los Equipos de Nuestra Señora) a esposos buscadores de Dios, mostrando el camino de la espiritualidad conyugal. A partir de ahora, nuestra obra será coordinar, acompañar, formar y llevar la cultura del encuentro a las familias y a quienes trabajen con ellas. Para ello, nos encomendamos a la Sagrada Familia: que aprendamos de José y María el camino de la acogida, la obediencia, la ternura y la valentía creativa para conducir a las familias a unirse al Hijo.