NoticiaEntrevistas Alfonso Armada: «He visto a misioneros jugarse la vida en África» Alfonso Armada, presidente de Reporteros sin Fronteras Publicado: 03/08/2018: 27570 Alfonso Armada (Vigo, 1958) ha cubierto conflictos como la guerra de Bosnia o el genocidio de Ruanda y es actualmente presidente de la rama española de Reporteros sin Fronteras. Recientemente visitó Málaga para hablar sobre periodismo y democracia invitado por la Asociación de la Prensa y la Facultad de Comunicación, que celebra su 25 aniversario. El Papa nos ha advertido sobre el peligro de las noticias falsas, las “fake news”, ¿qué piensa? La verdad es que buena parte del poder está constituido sobre la mentira. La tarea del periodismo es buscar la verdad, cueste lo que cueste, para que los ciudadanos sepan a qué atenerse. Hay que luchar constantemente para garantizar que las informaciones que se publican son ciertas, para no dar pábulo a rumores que ensucian la realidad, ensucian prestigios y al final lo que provocan es la sensación de que no se puede conocer la verdad sobre nada. Eso crea una ciudadanía muy cínica. Cuando desconfías de todo, cuando no confías en ningún poder, cuando piensas que todos mienten, al final dejas a la población inerme ante los abusos. ¿Es todavía hoy el periodismo una profesión de riesgo? Sí, por hacer su trabajo de contrapoder. Los casos más recientes son los de un reportero en Eslovaquia y, el año pasado, una reportera en Malta. Ambos estaban contando la corrupción del poder, los abusos, las relaciones con las mafias... En algunos países donde hay guerra o la situación es muy precaria, como en Colombia, en Ecuador, en México o en Afganistán (donde hace poco fueron asesinados 10 periodistas) es una profesión de alto riesgo, como dice el último informe de Reporteros Sin Fronteras. El periodista se ha convertido en muchos lugares en una persona que no es bienvenida, en un mensajero que, por traer malas noticias, no queremos verle y muchos países lo liquidan directamente. Usted que se ha jugado la vida como enviado especial en países conflictivos ¿cómo valora la labor que realizan los misioneros? En África, muchas veces, cuando los periodistas nos íbamos, los que se quedaban siempre eran los misioneros. Algunos de ellos llevan allí 30 ó 40 años, conocen muy bien los países, llevan una vida de entrega absolutamente admirable. Hice gran amistad con muchos de ellos en estos países y siempre se han jugado las vidas por defender a los más desfavorecidos, en Burundi, en Ruanda y en muchos lugares de África. ¿Algún recuerdo en especial de esta entrega? Recuerdo, en Kinshasha, a un grupo de misioneras que contaban que habían asaltado su vivienda. Las habían dejado absolutamente sin nada y, al cabo de unos días, veían sus propios muebles, sus libros y sus enseres a la venta en un mercadillo local. Pero a pesar de esto, ellas mantenían la fe, mantenían la esperanza sin darle ninguna importancia a los bienes materiales. La verdad es que eso te hace pensar muchas veces sobre nuestras obsesiones y nuestras angustias en esta sociedad en la que vivimos. Ciertamente aquí hay problemas reales, pero cuando te enfrentas a problemas tan directos como los que se viven en África, te hace que relativices mucho las angustias que vivimos aquí en España.