El encuentro se centró en el año sacerdotal. Comenzó con una oración compartida sobre nuestro ser sacerdotal y la necesidad de se pastores según el corazón de Dios.  Posteriormente hubo una breve presentación de los participantes, una charla sobre nuestra triple condición de sacerdotes, profetas y reyes desde el bautismo y su conexión con el sacramento del orden, un trabajo en grupo para compartir las experiencias como catequistas, la rica puesta en común y la merienda compartida.

Todo el encuentro fue una acción de gracias a Dios por las maravillas que sigue haciendo a través de los catequistas en niños, jóvenes y adultos. Estos encuentros son muy positivos porque  ayudan a salir del aislamiento, a compartir las vivencias y dificultades de la labor catequética, a recargar las pilas y a darnos cuenta que hay mucha otra gente embarcada en la misma pasión por anunciar el evangelio.