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Que cese la cristianofobia en Europa

Publicado: 07/01/2011: 1248

Por menos nos habrían llevado a los tribunales con acusaciones graves. Si algún cristiano se hubiera permitido decir de los budistas o de los musulmanes la mitad de lo que muchos columnistas dicen de nosotros, los católicos, nos tacharían de intransigentes o racistas o inquisidores.

Y es que la hostilidad contra la Iglesia Católica ha llegado a tales extremos, que el papa Benedicto ha manifestado a los gobernantes la “esperanza de que en Occidente, y especialmente en Europa, acabará la hostilidad y el prejuicio contra los cristianos, porque están decididos a orientar sus vidas de una forma coherente con los valores y principios expresados en el Evangelio”.

Pero no sólo lo dice el santo Padre, sino que un ilustre oncólogo de Valdecillas, en Cantabria, que se declara ateo y dice que ni siquiera ha hecho la primera comunión, ha escrito en el Diario Montañés: “Me parece inexplicable el furor obsesivo por bajar los crucifijos de los colegios. No veo qué daño causan los símbolos de una fe que no me asiste, pero sí ilustra mi paisaje histórico y emocional. (…). No concibo que un absurdo revanchismo haga saludar a gobernantes infames, como Chávez, y ningunear al Papa, líder espiritual de muchos compatriotas. A mi juicio de ateo, es lógico y deseable que el Estado sea laico, pero sucede que España no lo es”. Es abiertamente hostil.

Y los católicos sufrimos una auténtica persecución por parte de muchos políticos y periodistas. Una persecución psicológica, similar a esos malos tratos por los que se lleva a los tribunales a algunos energúmenos. Y me alegro que los juzguen y condenen, porque las torturas psicológicas son más dolorosas que las físicas. Por eso hay que preguntarse si no es hora de que cese la persecución psicológica contra los católicos.

Artículo "Desde las azoteas" de Juan Antonio Paredes en la revista Diócesis

Autor: diocesismalaga.es

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