En palabras del párroco, Miguel Chacón, «Silvia es miembro del Consejo Pastoral y del Consejo de Asuntos Económicos de esta comunidad parroquial, donde también desempeña el ministerio de catequista desde hace aproximadamente 20 años; forma parte del equipo de limpieza del templo, realiza labores propias de liturgia y se encarga de mantener en perfectas condiciones el ajuar de la iglesia. También fue miembro del equipo de acogida de la Cáritas parroquial cuando esta funcionaba en Algarrobo. Es la tesorera de la parroquia, por sus manos honestas e íntegras pasa todo el dinero, ella se encarga de contabilizarlo e ingresarlo en el banco. Es esposa, madre y abuela, de naturaleza generosa y humilde, muy competente, dispuesta siempre a servir en su parroquia 24/7 (veinticuatro horas los siete días de la semana). Un ejemplo de servicio a su parroquia de Santa Ana, en Algarrobo».

Recibió la Medalla en la Misa con motivo de la festividad de la Patrona de Algarrobo, la Santísima Virgen de los Dolores, el 15 de septiembre y de ellos nos habla en la siguiente entrevista.

¿Cómo se sintió al recibir la Medalla?

Pues yo estaba en Misa, tan ajena a todo y, cuando escuché mi nombre, no daba crédito. Mi párroco me miraba y me decía: “pero Silvia, que eres tú". Sentí mucha emoción ante este privilegia tan grande del Señor. Nunca hubiera pensado en un reconocimiento porque, lo que una hace, lo hace de corazón. Y yo siempre tengo muy presente la frase de "servir sin ser servido”, y el Salmo 116 cuando dice: "¿cómo te podré pagar tanto bien como me has hecho?”.

Silvia, ¿desde cuándo es parte de la parroquia de Algarrobo?

Desde hace unos 20 años. Comencé con la catequesis de preparación para la comunión de mi hijo mayor y ya no he parado. Cada vez más enamorada del Señor.

¿Cuál es su misión dentro de la parroquia?

Pues sigo siendo catequista, limpiadora, estuve durante un tiempo en el grupo de Cáritas, soy tesorera de la parroquia, pertenezco al consejo parroquial y al consejo económico, cuido el ajuar de la liturgia y estoy disponible para las tareas que mi párroco me encomiende. Todo lo que esté a mi alcance, aquí estoy. Mi familia me dice que solo me falta quedarme a dormir en la iglesia y yo les responde que allí las horas parecen minutos, hay mucho que hacer. 

¿Qué es la parroquia para usted?

Yo no podría vivir sin mi parroquia y me emociono hablando de ella. Mi parroquia para mí es todo: me da vida, me da energía, me da paz. Y ya le digo, las horas allí para mí son minutos, es que se me pierde la cuenta. A lo mejor voy a tocar una campana porque se haya muerto un difunto, por algo, y es que se me pasan los ratos y me dice mi marido: "¡¿pero no ibas solamente eso?!". Se me pasan las horas, mi parroquia y mi vida de la parroquia me llenan mucho.

¿Cuál es su acción de gracias a Dios?

Le doy gracias al Señor por concederme, en primer lugar, el privilegio de la fe, la fuerza para dedicarme en cuerpo y alma a mi parroquia y a Dios. Sigo siendo la misma: antes, ahora y después. Y también le doy gracias por mi familia, si ellos no lo entendieran y respetaran, no podría dedicarme a la parroquia de esta manera. Y, ¡cómo no! Gracias a los párrocos, que son uno más en mi familia. El actual, D. Miguel valora mucho todo lo que hacemos y está volcado con la parroquia. Le estoy muy agradecida por este detalle.