Cuando presentamos las guías en las distintas parroquias es esperanzador comprobar que los catequistas se ilusionan y se animan ante lo que las guías ofrecen: un estilo de catequesis en el que el aprendizaje está mediado por lenguajes (relevantes y significativos), que forman parte de la experiencia cotidiana de los niños y niñas a los que va dirigido: la música, el movimiento, las imágenes, la narración de la propia experiencia. Nos presenta recursos que nos llevan a descubrir y conocer la Palabra de Dios de los modos más dinámicos, como son reconstruir un texto, acompañarlo con gestos o escenificarlo en diapositivas en vivo. Unas guías en fin que siguen y persiguen la indisoluble unidad entre liturgia y catequesis en cada uno de sus temas.

Nos sentimos satisfechos cuando sacerdotes, religiosos y catequistas nos comentan el acierto que supone el itinerario que ofrecen las guías. Se han distribuido los cuarenta y cuatro temas del catecismo Jesús es el Señor, siguiendo los siguientes criterios: seguir los tiempos litúrgicos, adaptarse a la celebración del Bautismo, Confirmación y Eucaristía, y proponer objetivos diferentes cada vez que se repita uno de los 44 temas, en los diferentes ciclos. De este modo se puede llegar a una más perfecta comprensión y asimilación, gradual y progresiva de los conceptos que contiene, siempre estructurados según las tareas de la catequesis: conocer, celebrar, vivir y orar.

Se han hecho aportaciones importantes a la guía de la Conferencia Episcopal Española: hemos formulado objetivos por temas, hemos hecho también por temas la formación del catequista, cada tema ofrece unas orientaciones para situar ver la estructura del tema, y unas actividades que fomentan la participación grupal, de carácter lúdico con las que los niños y niñas disfrutan aprendiendo y retienen mejor el mensaje que se está anunciando y compartiendo.

Somos conscientes de que una guía no es más que una orientación para el desarrollo de la sesión de catequesis. Y que no existe ninguna guía perfecta, y mucho menos la guía de la Diócesis de Málaga, porque cada lugar y cada grupo de catequesis son distintos, y será el/la catequista quien tendrá que adaptar las indicaciones que hace la guía a su realidad concreta. Sin embargo, os animo, a utilizar las Guías de las diócesis, porque estoy convencido que ayudará a crear comunión y a ir asumiendo ese nuevo estilo de catequesis, que se pretende.

Quiero terminar dando las gracias a todas las personas que están participando en la elaboración de la guías. Y reiterar que estoy a vuestra disposición para todo lo que necesitéis, tanto de mi persona como en relación al tema de la catequesis.