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Hermana Mª Lourdes, una vida escrita en el candil de Dios

Publicado: 31/05/2023: 8092

Semblanza

El 29 de mayo de 2023 falleció en Ronda la hermana Lourdes de Jesús (Concepción Tabares Carballo), carmelita descalza, a los 84 años. Compartimos la semblanza que la madre Jennifer, priora de la comunidad, leyó en la Misa por su eterno descanso.

“Para ti es mi música Señor.” 
 “Voy a cantar la bondad y la justicia... Señor, voy  a explicar el camino perfecto  
¿Cuándo vendrás a mi?”  
 (Salmo 101,1-2) 


Nos toca hacer una semblanza de nuestra querida Hermana Mª Lourdes. Pero 84 años vividos y 62 de vida consagrada es mucha vida escrita al candil de Dios para desgranar. 

Concepción como se llamaba por el bautismo: Concepcion Tabares Carballo: nació en Málaga... Málaga capital, el 15 de mayo de 1939. En una familia, Antonio y Rosa, cristiana y muy trabajadora. Año de hambruna nos decía ella. Pero la sacaron adelante con las benditas batatas, bien regordeta nos decía. Eran tres hermanos. El primero murió pequeño y el tercero que era/es la línea de sus ojos: Antonio. A quien amaba profundamente junto a su cuñada Encarna y sus hijos por los cuales se desvivía y la demás familia que iba creciendo con nuevos vástagos. 

Era muy protectora de su familia. Nunca quería que se le dijeran cuando se iba a operar, o si le pasaba algo como una fuerte caída. “No quiero que sufran”, decía. Y el Señor le era cómplice, pues siempre solían llamarla un día antes de una intervención sin que ellos lo supieran, y decía ella con picardía: “para cuando llamen otra vez yo ya estoy en casa”. 

Nuestra Conchi fue educada con las hermanas de la caridad, con una educación tan amplia y buena, que fueron las que le enseñaron todo lo que sabía, además de inculcarle un amor grande hacia la Virgen Milagrosa y al Señor. Ella correspondió con un cariño y agradecimiento irrenunciable.  

¿Cuándo le vino la vocación? Sólo sabemos que era siendo adolescente. Pero ella medio en bromas y seria decía que lo que le hizo tomar la decisión para consagrarse, fue la muerte, en un accidente, de un muchacho que la pretendía. 

Sabiendo lo profundamente que amaba a su familia, decidió no entrar en el convento de Málaga. Así el sacrificio fue más heroico. Y entró en este carmelo de Ronda en 1960 con un tipito envidiable y sus tacones. Pero ¿de quién fue verdaderamente la decisión que Conchi entrara aquí? La comunidad de aquí estaban desesperada por tener una vocación que supiera tocar el armonio. Por lo cual empezaron una novena a la Virgen de Lourdes. Terminada la novena llega la noticia de una pretendiente. Cuando por fin vino, las monjas no dejaban de atribuirle la entrada a la Virgen de Lourdes. Pues la hermana Mª Lourdes se llamaba de pila “Concepción”, como se había nombrado la Virgen en Lourdes, y encima sabía solfeo, tocar armonio, además de bordar, coser etc. Nunca se hubiera podido pedir más en tan pequeña muchacha con pequeñas manos y delicados dedos. Desde entonces fue empezando a tocar y por fin la comunidad decidió comprar un buen armonio para que las liturgias fueran lo más solemnes posible. 

Pero nuestra hermana Mª Lourdes tenía más cualidades escondidas. Se le empezaron a dar diferentes oficios/trabajos: ropería, sacristana, tornera y también priora, y superiora. Y en todos dio la talla. Pero el que ha dejado más huella ha sido el torno. Su afabilidad, el buen humor. Malagueña tenía que ser, con su salero para hacer de un problema algo que no tenía por qué serlo especialmente si metían ellos al Señor y la Virgen. Ese animo que repartía a todos los que venían al torno. Muchos son los que, al enterarse de su partida para el cielo, la han llorado y los que quedan por enterarse que muchos son guías turísticos que siempre preguntan por ella cuando vienen. 

De aguafiestas nada. La primera en ponerse una peluca encima de la toca y todas las clases de trapajos encima del hábito, para hacer algún teatrillo para Navidad. La primera que se reía era ella, y si tardábamos en salir al escenario era porque se lo estaba pasando bomba, poniéndose toda clase de bisutería, que creo que ni en los chinos se vende ya. 

Hay otra virtud por la cual las que convivimos con ella, siempre la recordaremos: que era una buenísima enferma. Tuvo que pasar por muchas operaciones que eran algunas muy dolorosas y las curas auténticos martirios, pero lo soportaba y le daba ánimos a los enfermeros agradeciendo todo lo que hacían por ella y por todo los enfermos. Por eso en esta ultima enfermedad le decíamos a las enfermeras: “Mira si se queja es que le duele muchísimo porque ella no se queja sin causa”. Y nos decían “si es una enferma ejemplar”. Con decir que estuvo más de 10 meses con la cadera rota, y sin que los médicos lo detectaran. Cuando al fin la detectaron esperó su turno para la operación que fueron 5 meses más tarde, pero ella sin una queja o reproche. Esa bendita operación de la cual no se pudo recuperar, pues todo se le complicó. Aun así nos metíamos con ella para sacarla del letargo que tenía por causa de la medicación. Diciéndole que si quería ver las barbas de san Pedro tan pronto, y con los ojos cerrados por la pesadez, se le dibujaba una leve sonrisa y decía con la cabeza que no. Pero había llegado la hora de embarcarse con San Pedro hacía las orillas eternas. 

Hay una parte de los salmos que se me viene natural a la mente cuando pienso en la hermana Mª Lourdes. Es el salmo 100 y dice así: 
“Para ti es mi música Señor.” “Voy a cantar la bondad y la justicia... Señor,  voy  a explicar el camino perfecto. ¿Cuándo vendrás a mi?”   (Salmo 101,1-2).

Hace meses que el armonio, que tocó por 60 años, estaba destapado y abierto para sentarse ella a tocar. Hace dos días lo volví a tapar pensando que si la hermana Mª Lourdes lograra andar o apoyar el pie quizás pudiera tocar de nuevo, pero para entonces que ella sea quien lo destape. Pero este armonio cómplice de la hermana Mª Lourdes y sus bellas armonías, ha entrado en un estado de hibernación.  El eco de sus últimas notas se desvanece, y ha empezado a resonar la “música callada” de Ntro. P. San Juan de la Cruz. Ante la luz bailona del sagrario reina el silencio. Ese silencio que te tira desde dentro para gozar de tu Señor en la intimidad, en donde pasan las cosas más secretas entre Dios y el alma. 

Esperemos que ya la Hermana Mª Lourdes esté gozando de Dios, y que no se olvide de pedirle a esa Madre bendita Milagrosa, por su comunidad. Por la orden. Que el Señor mande obreros convencidos y santos a su mies: abundantes y buenos sacerdotes y almas consagradas que tanto necesitamos para hacer de este mundo un hogar adonde Dios tenga sus complacencias.   

Y solo quiero en nombre de la comunidad daros las gracias a los habéis podido venir, y una oración a aquellos que con mucho pesar no han podido llegar. 

Gracias a todos por acompañarnos. 

Antonio Moreno Ruiz

Periodista y portavoz de la diócesis de Málaga

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