En una entrevista para "El Espejo" de Cope Málaga, el arqueólogo responsable de esta intervención, Juan de Dios Ramírez, ha explicado que ya se ha finalizado la fase de campo con el tapado de los sondeos realizados y está pendiente aún la tarea de inventariar todo el material que se ha documentado, compuesto por decenas de miles de piezas.

«La intervención ha aportado resultados interesantes –afirma Ramírez–. Por ejemplo, había una serie de criterios en función de una excavación que se hizo en los años 80 que nos hablaban de una ocupación precedente en época fenicia muy limitada y sobre todo en época tardorromana que documentaban con unos niveles de piletas salazones. Y a partir de ahí, ya la época islámica con ocupación de viviendas, posteriormente mezquita y luego ya transformación en la iglesia y en la Catedral hasta la actualidad. Nuestra intervención ha modificado un poco los criterios que se establecieron a partir de la de los 80».

Los nuevos trabajos parecen apuntar a la existencia de un templo cristiano anterior a la ocupación islámica:  «Hemos empezado a documentar un nivel paleocristiano bastante importante. En estos niveles tardorromanos aparece una serie de muros de mucha entidad. Parece que ahí había un gran edificio que, por la proximidad al Decumanus Maximus (calle principal), nos indicaría que se trata de un edificio público de importancia».

Está diferenciación, para el arqueólogo, es muy importante, «porque el estudio de los 80 no resistía la teoría de la continuidad espacial de la funcionalidad urbana. Es decir, que si una zona había sido religiosa, continuaba siendo un espacio religioso a lo largo del tiempo o un espacio comercial, etc. Nosotros hemos documentado que esta mezquita no se implanta en el siglo XI como decía la anterior intervención, después de una primera ocupación de la zona con viviendas; sino que lo que primero que se implanta es la mezquita y lo que ellos identificaban como restos de viviendas, son parte de la madrasa (escuela) asociada a esta mezquita. ¿Por qué es tan importante esta valoración que sea del siglo XI o del siglo X como proponemos nosotros? Porque viene a ratificar esa continuidad de función de uso. Es decir, cuando se produce esa implantación de espacio religioso en los primeros años de la ocupación islámica, se está asentando sobre un nivel precedente religioso cristiano. Y en este caso, debería corresponder a los niveles paleocristianos asociados a edificaciones bastante contundentes que hemos documentado bajo estos niveles de la ocupación islámica posterior».

Esta nueva teoría que aportaría una nueva perspectiva a la historia de Málaga, no ha podido, no obstante, ratificarse contundentemente, aunque, como ha afirmado el arqueólogo, «Sí hay muchos indicios. El problema es que es precisamente en ese punto (4-5 metros de profundidad) donde la Junta de Andalucía nos dijo que nos paráramos, que no continuáramos la excavación. Teníamos problemas, primero con los niveles freáticos y, aparte, porque habríamos necesitado abrir mucho más la extensión de los sondeos para poder seguir bajando, porque si no, el espacio es muy limitado para bajar».

En cualquier caso, la investigación sí que arroja el dato de que los niveles inferiores a la ocupación islámica «no se corresponden al tema indicado como zona industrial de salazones. Estamos hablando de edificaciones realizadas a base de sillares que, para hacernos una idea, son similares a los del teatro romano. Son construcciones por tanto importantes. Vemos que hay algo llamativo debajo, pero aunque no hayamos podido continuar excavando, el hecho de que tengamos tal proporción de material paleocristiano y la confirmación de la continuidad directa de la ocupación islámica desde el primer momento como uso religioso, sí que es verdad que va apuntando a esa teoría de que la mezquita se estableció sobre una iglesia previa».

Finalmente Juan de Dios Ramírez ha afirmado que «es nuestra mayor ilusión poder excavar esos niveles en el futuro y poder confirmar las hipótesis planteadas».