Han anunciado movilizaciones como protesta por la intención de la Consejería de Educación de cerrar unidades concertadas. ¿Cuál es su intención?

Lo que queremos es dejar clara nuestra postura. Todavía no ha habido ninguna decisión firme por parte de la Administración, pero algunas declaraciones que se han hecho desde distintos medios nos han indicado que la situación es preocupante. Cerrar unidades en colegios concertados con demanda de los padres es la línea roja que no podemos admitir que se traspase.Las movilizaciones pretenden hacer llegar a la opinión pública cuál es nuestro mensaje, que ese es el límite.

¿Cree que la intención de la Junta en contra de la concertada es ideológica?

No me atrevo a hacer un juicio de lo que otras instituciones pretenden. Ciertamente hay menos natalidad, y este es un dato objetivo que hace que la oferta de plazas supere a la demanda. Y es cierto que nuestra presidenta y el partido que está en el Gobierno siempre han considerado que la educación debe ser pública y que la concertada es subsidiaria. Lo cierto es que nosotros somos tan legítimos como ellos, porque prestamos un servicio a los padres. Si se eliminan unidades con demanda, de alguna manera se está violando el derecho de los padres a la libre elección de centro. La Constitución Española reconoce el derecho de los padres a elegir para sus hijos la educación que se ajuste a sus convicciones.

Algunos dicen que la educación católica no es “para todos” ¿Qué les diría?

Que no la conocen. La escuela concertada es una escuela integradora que acoge a cualquier niño de cualquier condición social y religiosa. Les diría que se acercaran a conocerla.

¿Peligran los puestos de trabajo?

En Andalucía, Escuelas Católicas cuenta con 16.000 profesionales, además de generar numeroso empleo indirecto. El cierre supondría que perdieran su estabilidad laboral.

¿Hay posibilidades de acuerdo?

Esa es nuestra esperanza: el diálogo y llegar a acuerdos que nos beneficien a todos, porque la concertada no está en contra de la pública ni mucho menos. Luchamos por los mismos valores: la libertad, la equidad, la justicia. Creo que el diálogo es posible. Por nuestra parte desde luego lo es.