En palabras del delegado de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso, el sacerdote diocesano Rafael Vázquez, «fue un encuentro fraterno en un ambiente de concordia, en el que unos y otros hemos podido hablar de problemas comunes y de proyectos en conjunto que sirvan para ayudar a la sociedad, desde una preocupación comun: servir a los hombres y mujeres de nuestro mundo».

Los sacerdotes llevaron a la Mezquita la Luz de la Paz de Belén, que cada año el movimiento scout católico internacional enciende en la gruta del natividad, en Belén, y reparte por todo el mundo como símbolo de la paz a la que llaman las religiones.

Tras la acogida y la tertulia, sacerdotes e imanes realizaron una visita a la Mezquita.

«Estos encuentros son semillas de esperanza para una sociedad que está necesitada de signos de unidad y comunión», añade Vázquez.