NoticiaClero Óscar de Prada: «La casualidad es el anonimato de Dios» Óscar de Prada Publicado: 14/10/2020: 11622 He tenido la suerte de nacer en el seno de una familia cristiana, por lo que no son pocos los curas que he conocido a lo largo de mi vida. Y aunque los he visto de todas las edades y razas y tallas, en cada uno de ellos siempre he visto a un hombre feliz. Feliz por estar enamorado, enamorado de lo que hacía. Enamorado, ni más ni menos, que de la voluntad de Dios. A algunos los considero parte de mi familia, disfrutando incluso de viajes y vacaciones en buena compañía. En un momento concreto de mi vida, con 16-17 años, retornó a la parroquia un sacerdote con muchas tablas y mucho cuajo. No era para menos, dada la larga vida de servicio que había tenido. Debo reconocer que sus homilías se hacían breves, de tan entretenidas. No aparentaba la edad que tenía y cualquiera habría jurado que desayunaba pilas Duracell. Precisamente de sus homilías, me quedé con una frase singular: “La casualidad es el anonimato de Dios”. Dadas las extraordinarias circunstancias por las que he pasado en 2020, no puedo estar más de acuerdo. Al Señor le gusta firmar con seudónimo su obra en mi vida, bajo el lienzo, venía a decir. Sin olvidar su cierre recurrente: “Santa María, Madre de esta Iglesia tan divina y tan humana (…)” Era impresionante cómo un sacerdote tan mayor se mostraba tan vivo de espíritu, dispuesto a oficiar y a escuchar. Aun cuando le fueron pesando los años, siempre que daba la paz no dejaba de recordarte cuánto te quería Dios. Como cierre, no quiero olvidar que una de mis pocas entrevistas fue con ese sacerdote. Precisaba un testimonio de vida y no sólo me lo concedió, también me regaló un par de libros con los que documentar bien mi trabajo universitario. Un hombre bueno bien merece un premio, aquél a buen seguro que se ganó el cielo.