NoticiaSacerdotes Sacerdotes malagueños con y por los pueblos Publicado: 09/05/2019: 16240 El domingo IV de Pascua la Iglesia celebra el Domingo del Buen Pastor. Con este motivo, nos acercamos a la figura del cura de pueblo con el testimonio de uno de tantos como dan la vida por sus ovejas en los pueblos malagueños. Miguel Antequera, párroco de Alameda y Fuente de Piedra explica cómo es la vida de un cura rural. José Miguel Antequera nació en Nerja en 1975 y recibió la ordenación sacerdotal en 2015, unos meses antes e cumplir los 40 años. Las habilidades sociales que desarrolló en su vida como dependiente de una frutería las sigue poniendo en práctica cada día en la labor pastoral que lleva a cabo desde el 4 de octubre de ese mismo año, en las parroquias de Alameda, Fuente de Piedra y la Inmaculada de Antequera y en las capellanías de las monjas Mercedarias de la Caridad (Alameda) y la Residencia Fonserrana (Fuente de Piedra). Alameda y Fuente de Piedra «son pueblos muy cercanos pero muy distintos. Cada uno tiene su historia, sus virtudes… Yo siempre digo que Alameda es un pueblo de costa, pero sin playa (se ríe) es un pueblo muy abierto. Y Fuente de Piedra es un pueblo más sencillo. No tienen nada que ver uno con otro, pero son los dos fabulosos», explica el párroco. «Los vecinos de ambos pueblos son muy solidarios y le tienen un gran amor a la Virgen. Alameda celebra a lo grande la fiesta de la Inmaculada Concepción y Fuente de Piedra, a la Virgen de las Virtudes, de la que se celebra este fin de semana la romería. La comenzamos con la celebración de la Eucaristía y el pueblo se vuelca en todos los actos del fin de semana», asegura. Aunque la fiesta de la Virgen de las Virtudes continúa en Fuente de Piedra el 8 de septiembre. «Allí viven la devoción a la Virgen de una forma especial, es un pueblo con mucho amor a María», explica el párroco. EN LA FELICIDAD Y EL DOLOR «Aunque mis dos apellidos son Antequera, soy natural de Nerja. Muy contento de ser natural de pueblo, y cura de pueblo», asegura Miguel Antequera, a quien desde el Seminario le enseñaron sus formadores que «tenemos que ser uno más del pueblo, si no, la gente te verá como un bicho raro. Mi lugar está en la casa de los enfermos, de los que sufren, de los que me necesitan… tengo que estar en los momentos de felicidad y en los momentos de dolor de mi gente; y también ir al mercado y a la compra como uno más». «Todos los días tienen sus cosas buenas y sus cosas malas y, cuando hago examen de conciencia por la noche me digo “¡Madre mía, esto lo tengo que mejorar!”», afirma el párroco. «La gente busca a Dios y eso te reconforta mucho. Yo disfruto cuando voy a ver a los enfermos y les llevo la comunión y me dicen “¡Padre, venga usted más!”. Todos los días tienen su recompensa, merece la pena entregarse por Dios. Si tú te acercas a la gente, la gente se acerca a Dios, el pueblo quiere curas normales, curas de calle», concluye. EL PUEBLO DE MÁLAGA CON MAYOR NÚMERO DE COFRADÍAS POR HABITANTE En Alameda, la patrona es la Inmaculada Concepción, fiesta que, según el párroco, «celebran con gran devoción; aunque la semana más grande del año es, sin duda, la Semana Santa. Somos el pueblo que tiene el mayor número de cofradías por habitante, con 5.300 habitantes y ocho cofradías de Semana Santa, tres de Gloria y un Grupo Parroquial que procesiona a la Virgen de Fátima en Rosario de la Aurora el 13 de mayo y el 31, fiesta de la Visitación».