NoticiaSagrada Escritura I Domingo de la Palabra de Dios Publicado: 24/01/2020: 8399 Este domingo, 26 de enero, se celebra en toda la Iglesia por primera vez el “Domingo de la Palabra de Dios” establecido por el Papa el pasado 30 de septiembre a través de su Carta Apostólica en forma de Motu Proprio “Aperuit Illis”. En ella, nos convoca a que este domingo «esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios». “El Domingo de la Palabra de Dios puede ser esa capacidad del pueblo de comprender la Sagrada Escritura, porque no es sólo un libro es una Palabra, es algo vivo, es algo que toca nuestra vida. Y por eso en la liturgia, en todo lo que expresa la vida de la comunidad cristiana, la Palabra de Dios es un momento de unidad, es un momento en el cual damos la fuerza necesaria para la evangelización”, lo dijo Monseñor Rino Fisichella, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización durante la conferencia de presentación del Primer Domingo de la Palabra de Dios. Mons. Fisichella destacó las muchas iniciativas pastorales diferentes en el mundo con el fin de poner en el centro el conocimiento, la difusión, la reflexión y el estudio de la Sagrada Escritura. Por eso el Papa ha querido “responder a las numerosas peticiones del pueblo de Dios, para que en toda la Iglesia se pueda celebrar con un mismo propósito el domingo de la Palabra de Dios”. En la Diócesis de Málaga son múltiples las iniciativas existentes: desde los Centros Teológicos Diocesanos, donde numerosos laicos, religiosos y seminaristas se forman, también en la Sagrada Escritura, hasta los esfuerzos formativos llevados a cabo por parroquias y comunidades por profundizar en la Palabra de Dios. Este Domingo de la Palabra de Dios es, por tanto, afirmó Monseñor Fisichella, una iniciativa pastoral de Nueva Evangelización, con el fin de reavivar la responsabilidad que los creyentes tienen en el conocimiento de la Sagrada Escritura y en mantenerla viva mediante un trabajo de transmisión y comprensión permanente, capaz de dar sentido a la vida de la Iglesia en las diversas condiciones en las que se encuentra.