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Mensaje de Navidad

Publicado: 20/12/2008: 5804

MENSAJE DE NAVIDAD

Una ocasión propicia y hermosa para entrar en contacto con todos ustedes como nuevo Obispo de Málaga son estas fiestas de Navidad, y me permite darles un fraternal saludo y un deseo de paz a todos con motivo de estas hermosas y familiares fiestas.

Deseo por tanto, de parte del Señor, que les colme de su alegría, de su gozo interior y que puedan realmente disfrutar de estos días desde el mensaje precioso de amor, de cercanía de Dios en el Hijo Jesucristo que se hace niño en Belén.

Es difícil reconocer a veces que la omnipotencia de todo un Dios se ponga de manifiesto en un ser tan débil, como es un recién nacido. O mejor aún, en un no-nacido al que a veces nuestra sociedad no respeta. Pero es un gran mensaje el que el Hijo de Dios quiera nacer de María, Virgen y que haya pasado por las fases del ser humano de no-nacido, de nacido, niño, adolescente, joven, hasta entregar su vida en un periodo de madurez.

Eso es lo que estamos celebrando en estas fiestas de Navidad. Vaya por tanto mi mejor deseo para estos días y para estas fiestas.

Y también decirles que podíamos recuperar un poco el sentido de la Navidad que la sociedad nos está ayudando a perderlo. Creo que vale la pena que profundicemos en este sentido, tan hermoso que tiene, y que no vivimos solamente las fiestas en plan profano, en plan de regalos sólo –se pueden hacer por supuesto–; en plan digamos, que se note que es fiesta por el tipo de comida, sino que celebremos también la Navidad recuperando el sentido cristiano auténtico y profundo. Y si, como decíamos, lo que celebramos es que Jesús viene a nosotros, y el hombre no es precisamente un dios, aunque se erija en auto-dios muchas veces, si Jesús ha hecho ese esfuerzo de rebajarse, esa es la invitación que Él nos hace, para que nosotros también sepamos salir al encuentro de los más débiles, de los niños, de los enfermos, de los ancianos, que manifestemos con nuestro cariño y nuestro amor la cercanía de Jesús, del Rey Eterno, que baja a la tierra para estar con nosotros.

Podemos tener muchas formas de celebrar la Navidad: Estando en familia. Creo que el ambiente familiar debemos cultivarlo mucho, ya saben que el día 28 de diciembre, domingo, es la fiesta de la familia. Les animo a celebrarla religiosamente. Habrá unas celebraciones en la Catedral. Habrá también en Madrid una celebración para toda España como signo de defensa de la familia, de celebración y de agradecimiento a Dios, que es una pura celebración, o sea una Eucaristía, no tiene connotaciones de otro tipo.

También celebrarlo en el ambiente de la parroquia. Parroquia a la que uno pertenece o a la que uno va habitualmente a Misa. Celebrar estas fiestas en la familia parroquial, en la familia eclesial.

Y después también que nuestra celebración sea un signo externo de eso interno que vivimos en la familia y en la Iglesia, y que lo podamos también manifestar a nivel de fuera, social, con gestos. Pues desde el adorno de nuestras casas con el belén o de unos signos que digan claramente que es Navidad; no solamente que es una fiesta de invierno, o una fiesta de la nieve, porque eso sería meternos demasiado en la mentalidad de este mundo. Y el Señor nos anima a que nos distanciemos de la mentalidad de este mundo y que asumamos realmente lo que es lo nuestro.

Con todas estas buenas, digamos deseos y sugerencias, repito para todos ustedes feliz Navidad, felices días y que el Señor les bendiga.

 

Jesús, Obispo de Málaga

Autor: diocesismalaga.es

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