El 22 de abril, IV Domingo de Pascua, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Es el momento en que pedimos al Señor por las vocaciones.

Jesús sigue llamando a los jóvenes a todos los estados de vida: laicos, religiosos o sacerdotes. Él está constantemente llamándoles a que le sigan. Algunos responden a esa llamada, pero muchos no la escuchan, porque quizá no ponemos los medios para que la puedan escuchar, o porque por desgracia no la quieren escuchar.

El Papa nos habla en su carta de dos medios imprescindibles para que un o una joven pueda descubrir cómo Dios le llama: la escucha y el discernimiento. Se nos anima a orar con profundidad para pedir al Señor con insistencia que nos ayude a saber cómo ser pedagogos del silencio.

Para ello, todos los que somos animadores de pastoral juvenil y vocacional estamos llamados a vivirlo los primeros, para comunicar con entusiasmo a los jóvenes la alegría del silencio, que nos lleva a la escucha de Jesús. Es necesario que descubran que nuestra vida la impulsa Alguien que no son nuestros deseos, miedos o intereses; nuestra vida es escuchar al que es el “para qué” de nuestras vidas.

La Delegación de Pastoral Vocacional y el Seminario darán difusión a esta jornada para que en las parroquias se pueda orar por las vocaciones.