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Lectio Divina con el evangelio de la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo

El reuno nace entre espinas y no entre laureles · Autor: FANO
Publicado: 20/11/2015: 7516

Emilio López Navas, profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga y párroco de Arroyo de la Miel, ofrece esta Lectio Divina con el evangelio de la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.

«Tú lo dices: soy rey»

Lectura (Lectio)
El Tiempo Ordinario llega a su fin, y lo terminamos con la celebración de Jesucristo, Rey del Universo. El fragmento del Evangelio de Juan nos sitúa en esta celebración, aunque pueda parecer que está fuera de lugar. La Pasión, lejana en el tiempo, se convierte de nuevo en el contexto de nuestra meditación. Leo con detenimiento el evangelio, dejando que cale en mí.

Meditación (Meditatio)
Como bien sabemos, la conversación entre Jesús y Pilato que encontramos en el Evangelio de hoy se enmarca en el desarrollo de la Pasión. Es importante tener esto en cuenta, dado que Jesús va a ser coronado, pero de otra forma a la que se podría esperar de un rey del mundo. Ciñéndonos al texto, se puede observar uno de los recursos favoritos del evangelista Juan: el “malentendido”. Cuando las personas hablan con Jesús se pueden descubrir en la conversación dos niveles: mientras que Jesús habla, en este caso, de un reino “de otro mundo”, Pilato piensa en que su trono se puede ver comprometido por la presencia de un “insurrecto” que pretende proclamarse rey. Jesús aprovecha este malentendido para ir llevando a su interlocutor a descubrir una verdad importante. En este caso, Él mismo revela que su reino es de una naturaleza distinta, más alta, que lo que Pilato puede sospechar. Su reinado consiste en “ser testigo de la verdad”, algo tan lejano al gobierno de aquella época, que hace exclamar al romano (no lo leemos en esta ocasión, pero es de sobra conocido) «y ¿qué es la verdad?» (Jn 18,38). En el evangelio de Juan. La “verdad” va mucho más allá de lo que nosotros concebimos: la verdad es que Dios ha querido venir a nuestro encuentro, y de eso es testigo Jesús, porque Él mismo es ese encuentro, de manera perfecta.

Oración (Oratio)
Abre tu corazón para que Dios reine en él. La oración, como siempre en este camino de la Lectio, debe secundar aquello que hemos leído y meditado. Hoy puedes pedirle que Él sea el que gobierna tu vida, puedes agradecerle su gran don, la pasión, muerte y resurrección… o puedes pedirle perdón por no dejarle hacer contigo su voluntad. Sea como sea, es el momento de dirigirte a Él.

Contemplación (Contemplatio)
Aprovechamos un tiempo para embelesarnos con Dios. Te propongo que busques una imagen de Cristo Crucificado para contemplar cómo Jesús reina. Así, con los brazos abiertos acogiendo a todos, así, con los pies clavados para no poder irse. Así te ama, así te perdona y así quiere que lo mires, clavado en la cruz por ti.

Compromiso (Actio)
Mira tu vida y descubre qué rincones tienes ocultos a Dios. Ahora, busca un compromiso con el que abrirle tu corazón de verdad. Si Él reina dando la vida… ¿cómo deberemos vivir sus súbditos? ¿Cómo puedo ayudar a los demás, de una manera concreta, a descubrir a un Dios tan cercano?

Diócesis Málaga

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