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Lectio Divina con el evangelio del Domingo XVII del Tiempo Ordinario

Publicado: 24/07/2015: 1827

Antonio Collado, Vicario para la Promoción de la Fe y párroco de San Miguel de Málaga, nos ofrece la Lectio Divina para el evangelio del Domingo XVII del Tiempo Ordinario.

Lectura (Lectio)
La liturgia sustituye el relato de la multiplicación de los panes y los peces de Marcos (Mc 6,35-44) por el de Juan y continua varios domingos ofreciendo el largo discurso en el que Jesús va explicando el signo que ha hecho. Leo el texto con atención; me permite entrar en comunión con Dios.

Meditación (Meditatio)
El capítulo sexto de Juan se inicia con un “signo” realizado por Jesús. El autor se refiere a los milagros con este nombre porque son señales, flechas indicadoras que apuntan a otra realidad más profunda y nos revelan algo sobre el misterio de la persona del Maestro. Los signos están muy relacionados con la fe. Según este mismo episodio, la multitud ya ha visto otros signos de Jesús (Jn 6,2) pero al evangelista le interesa destacar aquí el de la multiplicación de los panes. Hay referencias implícitas al Antiguo Testamento, Jesús realiza con la gente algo similar a lo que hizo Moisés con Israel (Éx 16,11-15). Es como si se repitiera la experiencia del éxodo y el pueblo fuese alimentado con un nuevo maná. De este modo, el cuarto evangelio presenta a Jesús como un nuevo Moisés y aún mayor que él. Además, este episodio también recuerda al profeta Eliseo, quien también multiplicó pan para una gran multitud (2Re 4,42-44). Así Jesús se perfila como el profeta esperado (Jn 6,14). Con Él se hace realidad la promesa del banquete abundante, gratuito y salvador que, según Isaías, Dios habría de preparar al final de los tiempos para todos los hombres. Los distintos relatos de los cuatro evangelios sobre este episodio coinciden en resaltar el contraste entre la necesidad de la gente y la pobreza de recursos disponibles; así como la sobreabundancia del don recibido. La iniciativa para realizar el signo parte de Jesús, los discípulos solo le ayudan a acomodar a la gente y a recoger las sobras, así queda claro que Él es el único que puede dar de comer al ser humano, incapaz de procurarse por sí mismo el verdadero alimento. Muchos comentaristas señalan que más que de la multiplicación de los panes, habría que hablar aquí de la multiplicación del Pan.

Oración (Oratio)
En un ambiente propicio para la oración, intento responder a esta pregunta: ¿qué aspectos del misterio personal de la vida de Jesús entiendo mejor gracias a este relato evangélico? 

Contemplación (Contemplatio)
Vuelvo de nuevo a leer el pasaje y me detengo, sin prisas, en el versículo que más me llame la atención y, en el silencio, dejo que el Señor me hable.

Compromiso (Actio)
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces». ¿Cómo me animan estas palabras a poner lo “poco” que soy o que tengo al servicio de los demás?

Antonio Collado

Sacerdote diocesano

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