DiócesisLectio Divina

Lectio Divina con el evangelio del Domingo XII del Tiempo Ordinario

Toma Tú el timón de mi vida · Autor: FANO
Publicado: 19/06/2015: 5471

El vicario de la Promoción de la Fe y párroco de San Juan Bautista de Málaga, Antonio Collado, ofrece unas claves para rezar con el evangelio de este domingo.

Lectura (Lectio)
Dice Marcos que a los discípulos se les ha concedido conocer los misterios del Reino (Mc 4,11) pero ello no les libra de la duda y oscuridad respecto al Maestro. Me acerco al evangelio de este domingo para conocer más y mejor los misterios del Reino y a Jesús en quien se hace presente.

Meditación (Meditatio)
Después de enseñar desde la barca las parábolas del Reino, Jesús, decide cruzar el mar de Galilea. Quiere que la Buena Noticia pase a territorio pagano, pero la difusión del Reino se ve obstaculizada por el mal, representado en este caso por una gran tempestad. La experiencia de una tormenta en el mar de Galilea no sería ajena a los discípulos de Jesús, muchos de los cuales eran pescadores. Pero Marcos en su relato va más allá del simple fenómeno meteorológico. El evangelista recoge del Antiguo Testamento (A.T.) el tema de la tormenta para simbolizar las graves amenazas a que se ve expuesta la comunidad de discípulos en su tarea de difundir el Reinado de Dios. Además, con este relato, Marcos quiere dejar muy claro dos cosas: quién es Jesús y cuáles son las características del verdadero discípulo. El A.T. relata con frecuencia el poder de Dios sobre la tormenta y el mar, y cómo rescata a su pueblo en situación de apuro (un magnífico ejemplo es el salmo responsorial de hoy, Sal 106, 23-31). Jesús obra como lo hizo Dios, lo que muestra su divinidad. El descanso que parecía mantenerle ajeno al miedo de los discípulos es, en realidad, expresión de su soberanía, seguridad y dominio. Sin embargo los discípulos no reconocen a este Jesús y se sienten desamparados. Seguir a Jesús supone afrontar una existencia llena de adversidades, de tormentas y, a veces, el miedo es más fuerte que
la confianza. El maestro calma el mar con su palabra y después reprocha a sus discípulos su falta de fe. Lo importante será mirarle a él, fiarse de él. Por tanto, la fe del discípulo debe ser fuerte y serena, incluso cuando aparece la tempestad y Dios parece guardar silencio.

Oración (Oratio)
¿Qué tempestades azotan mi vida en estos momentos? ¿Cómo reacciono ante ellas? Me fio de la promesa de Jesús y en la oración percibo su presencia.

Contemplación (Contemplatio)
Si Jesús sostuvo a sus discípulos en medio de la tempestad, ¿qué puedo esperar yo para mi vida? La oración de silencio y escucha me ayudan a descubrir cómo se calman mis miedos interiores y percibo la fuerza y la paz de Dios.

Compromiso (Actio)
La presencia de Jesús acaba con el miedo de los suyos. ¿Cómo me compromete su presencia a apoyar a quienes se encuentran “con el agua hasta el cuello”?

Antonio Collado

Sacerdote diocesano

Más artículos de: Lectio Divina
Compartir artículo