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Lectio Divina con el evangelio del IV Domingo de Pascua

Dibujo de Fano para el evangelio de este domingo
Publicado: 23/04/2015: 8463

Antonio Collado, Vicario de la Promoción de la Fe y párroco de San Juan Bautista de Málaga, ayuda a rezar la Lectio Divina con el evangelio de este domingo.

Lectura (Lectio)
El cuarto domingo de Pascua me invita a contemplar a Jesús como Buen Pastor. Esta imagen tiene dos connotaciones en la Biblia: el título se aplica a Dios mismo, que guía y acompaña a su pueblo (Sal 23). Por otro lado, también son nombrados así los dirigentes políticos y religiosos de Israel (Ez 34), que muchas veces no están a la altura de su misión. Me sitúo como discípulo ante Jesús Buen Pastor para acoger su palabra.

Meditación (Meditatio)
La imagen del buen pastor, entrañable y bucólica, contiene una fuerte denuncia contra los dirigentes judíos que son considerados como falsos pastores de Israel. Su contexto es la discusión entre Jesús y los fariseos que sigue a la curación del ciego de nacimiento (Jn 9,1-10,21). En primer lugar, Jesús, al comparar la actitud del buen pastor con la del pastor asalariado, se está comparando a sí mismo con los fariseos, que en vez de servir al pueblo se han servido de él, lo han abandonado a su propia suerte y han buscado sólo su propio interés. El segundo desarrollo (Jn 10,14-15), se centra en la relación que existe entre Jesús y los creyentes, que se caracteriza sobre todo por el conocimiento mutuo, teniendo en cuenta que el verbo “conocer” alude a una íntima comunión entre las personas, no sólo superficial o circunstancial, sino profunda y personal. Pero más allá de esto, el texto Domingo IV de Pascua 
insiste en la entrega sin reservas del buen pastor. Sin duda se está pensando aquí en la muerte del Señor (Jn 10,17-18). Esto es lo que caracteriza al Buen Pastor: su entrega voluntaria y total, hasta dar la vida por los demás. En la tercera parte del pasaje (Jn 10,16), Jesús habla también de “otras ovejas” que todavía no forman parte de su redil. Bajo esta denominación se alude a los paganos, es decir, a aquellos que no formaban parte del pueblo israelita. Hay aquí una clara alusión a la salvación universal de la muerte de Jesús. 

Oración (oratio)
La meditación sobre Jesús Buen Pastor me invita al agradecimiento; gracias a su entrega por todos he conocido el amor que Dios me tiene. Además si me dejo guiar por él, siempre caminaré por sendas de paz. Aquieto mi corazón con sus miedos y me deleito en la compañía del Señor resucitado. 

Contemplación (contemplatio)
«Yo soy el buen pastor, conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí». El conocimiento mutuo nace del trato personal y continuado, íntimo y profundo. El silencio es el medio que facilita este encuentro con el Eterno Presente, a veces desde la ausencia de sentimientos. 

Compromiso (actio)
«El buen pastor da la vida por las ovejas». ¿A qué estilo de compromiso debería conducirme estas palabras?

Antonio Collado

Sacerdote diocesano

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