DiócesisHomilías Mons. Dorado

Fiesta de la Santísima Trinidad. Ciclo B

Publicado: 09/06/2006: 1048

1.- Celebramos hoy la Fiesta de la Santísima Trinidad.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que “el Misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe: es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial de la jerarquía de las verdades de la fe. Toda la historia de la salvación no es otra cosa que el camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela, reconcilia consigo a los hombres apartados por el pecado y se une con ellos”. (Catec. Nº 234).

Hasta aquí la cita del Catecismo.


2.- Los cristianos creemos que Dios existe. Y creemos en el Dios de Nuestro Señor Jesucristo que nos ha revelado que es un solo Dios, pero un Dios en quien conviven tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Como dice el Evangelio de hoy, hemos sido bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Por eso, cuando los cristianos rezamos lo hacemos “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

Y queremos que todo lo que hacemos y decimos sea para la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

El seguidor de Jesucristo empieza el día dando gracias a Dios Padre, Creador del Cielo y de la Tierra, por el don precioso de la vida. Y al comenzar la jornada desea que la Gracia de Dios inspire, sostenga y acompañe todas nuestras obras para que nuestro trabajo comience en Él como en su fuente; y le pedimos que nos ayude para que todas nuestras obras sirvan para la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

A Jesucristo lo proclamamos el Hijo Único de Dios y Dios verdadero, que nos ha revelado el rostro de Dios Padre, nos ha salvado y nos ha perdonado los pecados y nos garantiza la vida eterna con su Resurrección. Él es, al mismo tiempo, Dios y hombre verdadero, el Salvador Único y el Salvador Total.

El Espíritu Santo es Dios que habita en el corazón de todo hombre y nos enseña lo que nos dijo Jesús, alienta nuestra esperanza y es la fuerza transformadora del amor, que nos renueva sin cesar.


3.- Esta forma de vivir las relaciones con la Santa Trinidad se convierte en impulso que nos lleva a vivir y actuar en clave comunitaria. Porque hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, que es una comunidad de personas.

Sabemos que la persona sólo madura en la medida en que ama y es amada, en que desarrolla la capacidad de vivir juntos, de compartir, de aceptar a los demás y de respetar lo diferente.

Y en el plano social, la fe en Dios Trino es un antídoto contra el totalitarismo y el individualismo, pues nos recuerda que vivir es “convivir” o “vivir con otros”, que los bienes de la tierra son de todos y deben ser compartidos, que la propiedad privada es buena cuando garantiza los bienes necesarios para todos y no sólo a los amos de este mundo.


4.- En este día celebramos también la Jornada por los monjes y las monjas de vida contemplativa, que viven en el corazón de la Iglesia  y del mundo y que son escuela de fe en Dios y testimonios de comunión eclesial, expresión de la comunión de la Santísima Trinidad.

Rezamos por ellos, agradecemos el testimonio de su vida y les ofrecemos nuestra ayuda económica y nuestra oración.

+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
Más artículos de: Homilías Mons. Dorado
Compartir artículo