S.I. Catedral

1. Queridos sacerdotes, religiosos, religiosas, seglares. Queridos ministros, pastores y miembros de Iglesias cristianas. El Señor nos convoca esta tarde-noche en la Basílica  Catedral para que oremos juntos con motivo de la muerte del Hno. Roger y para hacer memoria agradecida de su vida que alienta y fortalece nuestra vida de creyentes.

El testimonio de su vida cristiana y su muerte, acaecida en circunstancias extraordinarias e imprevisibles, nos hace dar gracias a Dios que tiene misericordia de nosotros y en cada momento de la historia suscita profetas que con su vida y su enseñanza hacen presente la Palabra Salvadora del Evangelio.

Al Hno. Roger le gustaba repetir el dicho de San Agustín: ‟Ama y dilo con tu vida‶. Que bueno sería que de este rato de oración surgiera en nosotros y en todos los que le recuerdan esa palabra repetida. Vosotros y yo, amemos al Señor y al prójimo y digámoslo con la vida.

La vida del Hno. Roger puede ser contemplada desde muy diversos aspectos.
Yo deseo recordar tres aspectos muy especiales de su vida.

2. El Hermano Roger ha sido un cristiano convencido del drama que es la división entre cristianos y la necesidad de que oremos y trabajemos para que se realice la unidad querida por el Señor: ‟Que todos sean una sola cosa‶. El se queja y escandaliza de que, en ocasiones, el quehacer principal sea justificar nuestras divisiones y vivir con hostilidad entre nosotros, sin hacer vida el mandamiento nuevo de Jesús.

En año muy difícil, en 1940,  porque acaba de iniciarse la guerra mundial, Roger llega a Taizé que es un pequeño y pobre pueblo francés. En 1942 es expulsado por los nazis y no puede volver hasta el año 1944 donde se le unen los primeros compañeros que después de un tiempo pronuncian los tradicionales votos de pobreza, castidad y obediencia, decididos a vivir de forma especial su consagración a Dios.

Como en toda verdadera reforma de la vida cristiana, dos pilares son muy tenidos en cuenta: la oración personal y comunitaria y la pobreza. Tres veces al día se unirán para orar y en relación a la pobreza se comprometen a vivir del trabajo, rechazando regalos y donaciones, incluidas las propias herencias familiares.

La vida monástica que se ha reiniciado en las iglesias de la reforma, encuentra en Taizé un lugar al que acuden cristianos de todas las confesiones y que principalmente oran por la unidad En los años sesenta se unen a la comunidad hermanos anglicanos y católicos y, posteriormente, hermanos ortodoxos.

La realidad supera a todo lo soñado al principio. Juan XXIII, cuando era nuncio apostólico en Francia, dice en referencia a la comunidad ecuménica: ‟Ah Taizé, esa pequeña primavera de la iglesia‶. Años más tarde, Juan Pablo II, en 1986 exclama al visitarles: ‟Se pasa por Taizé como se pasa cerca de una fuente‶.

¿Quien no recuerda al Hno, Max Thurian? Fue el monje cuyas publicaciones estuvieron en nuestras bibliotecas. Sus tratados sobre la Eucaristía, el Sacramento de la Penitencia, y la Virgen María son recordados por las generaciones inmediatamente posteriores al Vaticano II.

Que bien expresa el sentido de la vida del monasterio la fórmula de compromiso de vida que hacen los candidatos a ser monjes: ‟Hermano que te confías a la misericordia de Dios, recuerda que Cristo, el Señor, viene en ayuda de tu débil fe y que comprometiéndose contigo, realiza para ti la promesa: no hay nadie que habiendo dejado todo a causa de Cristo y por el Evangelio, no reciba cien veces más, ahora en el tiempo presente y en el siglo venidero la vida eterna‶.

El Hermano Roger ha sabido mantener y acrecentar el espíritu de vida evangélica de la comunidad que ha sido y es fuente de renovación cristiana para los miles de creyentes e incluso no creyentes que acuden durante todo el año.

3. Mas el Hno. Roger, como verdadero contemplativo, ha vivido la preocupación por los más pobres, el sufrimiento por las injusticias crecientes de nuestro tiempo.

Por eso la comunidad ecuménica inició presencias en barrios muy pobres de grandes capitales del mundo como Nueva York, Dakar, Manila... Son presencias de oración, de acogida y de servicio a los vecinos.

Porque no podemos olvidar la presencia de Cristo en los más necesitados: â€ŸTuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber...‶  Con la manera del Señor que lavó los pies de los apóstoles y nos mandó hacer lo mismo. ‟Como yo lo he hecho hacedlo también vosotros‶

En Taizé se ora, en Taizé se convive por encima de nacionalidades, de razas, de ideologías. De Taizé se vuelve fortalecido en la fe, con preocupación y decisión de trabajar en favor del ecumenismo y dispuestos a servir a los hermanos más pobres que son presencia de Nuestro Señor.

En este mundo que tiene tantos rasgos de insolidaridad, de violencia, de ambiciones, de individualismo, Taizé es llamada a la fraternidad, a la paz, al despojamiento, a la comunión. Y todo de forma muy sencilla, con el frescor del Evangelio, de la Buena Noticia vivida y anunciada por el Señor Jesús.

4. El Hno, Roger y la comunidad de Taizé han sido y son llamada a todos, pero especialmente a los más jóvenes.

Las cartas que cada año dirige a los más jóvenes el Hermano Roger constituyen una profunda meditación sobre la fe y la vida cristiana. Su enseñanza se basa en la Palabra de Dios y en los Santos Padres y esta doctrina tan recia y básica es ofrecida a los jóvenes y gustada y reflexionada por la juventud de los cinco continentes.

En 1974 convoca un ‟Concilio de Jóvenes‶ que después se convertirá en encuentros anuales por diferentes ciudades de la tierra. Cómo recordamos el encuentro que tuvo lugar en Barcelona, en el año 2.000. Más de 80.000 jóvenes venidos de todo el mundo. Y, sin embargo, nunca pretendió Taizé ser una organización juvenil. Su consejo a los jóvenes es que se inserten en los movimientos y en las parroquias existentes, en las comunidades cristianas de sus lugares de procedencia.

Queridos jóvenes, rezad por el Hno. Roger, agradeced a Dios el bien inmenso que ha hecho especialmente a vosotros. Entendió a la juventud, la convocó y ayudó a vivir la fe en el Señor, en esta época nuestra tan materializada y tan insolidaria.

5. La imagen reciente que tenemos del Hno. Roger es cuando se acercó, conducido en una silla de inválido, hasta el Cardenal Ratzinger para recibir la Comunión en el Funeral por Juan Pablo II. El ha amado a la Iglesia, tuvo la alegría de ser invitado a estar presente en el Vaticano II, ha sido verdadero amigo y hermano de los Papas, especialmente desde Juan XXIII.

De el ha dicho el Cardenal Kasper en la celebración eucarístico con motivo de su fallecimiento: ‟Su entrega a la voluntad de Dios y el don humilde sí mismo habían transformado al hermano Roger en una fuente de paz interior, esperanza e incluso, felicidad.‶

El Hermano Alois, nuevo Prior de Taizé ha recordado al Hno. Roger con estas palabras: ‟El volvía una y otra vez a un valor del evangelio, la bondad de corazón‶.

En este día de recuerdo y oración por el Hno. Roger estas palabras nos deben penetrar. Ser fuente de paz, esperanza y bondad. Sólo así y con la oración insistente la realidad de la comunión entre todos los hermanos cristianos será una realidad. La que ha deseado durante toda su vida el Hno. Roger.

+ Antonio Dorado Soto,

Obispo de Málaga