DiócesisHomilías Mons. Dorado

Exequias por el Rvdo. D. Diego Ernesto Wilson Plata

Publicado: 27/06/2005: 1184

Parque Cementerio

Queridos sacerdotes, familia, asociados de MIES, hermanos todos:

Nos reunimos para celebrar la Eucaristía con motivo del fallecimiento de D. Diego
Ernesto Wilson Plata, sacerdote que ha cumplido los 49 años de ordenación y a quien la Iglesia
Diocesana quiere agradecer estos años de ministerios y de entrega en favor de los niños y de
los jóvenes y que en su día dio lugar a la Asociación Pública de Fieles ‟Misioneros de la
Esperanza‶.

Su trabajo realizado en dos etapas. Durante los años en los que tuvo la responsabilidad
de la obra y, posteriormente, cuando dejó a otros este quehacer, ayudó a muchos a vivir
evangélicamente. Centrar a las personas en el Señor con dos experiencias que siempre van
unidas a ejemplo de Santa Teresa de Lisieux: el amor de Dios y el sentido misionero de la vida.
Y esto realizado en las diversas circunstancias donde cada cristiano está situado.

En esta tarde, ante su cadáver, necesitamos reanimar la fe y la esperanza.

La Palabra de Dios, una vez más, nos ilumina.

1. San Pablo nos ha dicho ‟que no quiere que ignoremos la suerte de los que han
muerto‶. Ante un mundo que niega o pasa con indiferencia ante los valores trascendentes,
el anuncio de Pablo nos descubre la luz sobre el más allá.

Es lógico el sufrimiento ante el fallecimiento de un familiar, de un amigo, en vosotros
del sacerdote que inició la Asociación MIES. No somos insensibles y el Señor también se nos
manifiesta en el Evangelio como quien llora.

Pero ese sufrimiento está trascendido ante las palabras que nos dicen que después de
la muerte hay vida que nos ha sido concedida por la muerte y resurrección de Jesucristo.

Pablo no quiere dejarnos en la ignorancia ‟para que no os aflijáis como los que no tiene
esperanza‶. Sabemos que Dios nos llevará consigo a los que han muerto unidos a Jesús.
Como nos dice la Liturgia en el ‟lugar de la luz y de la paz‶.

Es la palabra que nos consuela en esta tarde y que anima la fe. Es la palabra que en
tantas ocasiones, en las Homilías, en los Encuentros, en los Retiros y Ejercicios, predicó el P.
Wilson. Descubrir la suerte positiva de los que mueren con la confianza en la promesa de
Jesucristo.

En un libro escrito hace años, ‟El Dios Crucificado‶ se recordó lo que en ocasiones
olvidamos, que la fe cristiana es fe de promesa que consuela. Pues bien, la palabra de San
Pablo, nos ayuda a renovar la fe en esa promesa de salvación a la que somos convocados y
que esperamos, por la misericordia de Dios, que Ernesto Wilson, goce para siempre.

Llorad la separación del sacerdote que tanto bien ha hecho. Pero consolaos con las
palabras de salvación que está en la entraña del misterio cristiano.
2. Las propias palabras de Jesús dan plenitud y veracidad a este mensaje: ‟Yo soy la
Resurrección y la Vida, quien cree en mí, aunque haya muerto vivirá‶.

El centro de la actividad de los seguidores de Jesús es la fe en Él, constituido Señor
de cielo y tierra. Y aquí sí que es conveniente y oportuno que nos preguntemos cuál es nuestra
referencia explícita a Jesucristo.

Como dice uno de los textos de la renovación de las promesas bautismales de la Vigilia
Pascual, no nos podemos quedar en métodos, en reglamentos, en normas, sino que hemos
de ir directamente a Jesucristo. Lo anterior viene después como ayuda, nunca como sustitución
en hombres y mujeres que desde el Bautismo nos hemos incorporado a Jesucristo.

La muerte de D. Ernesto es ocasión para que agradezcamos a Dios la fe y el amor que
tuvo al Señor durante su vida, cómo fue el centro permanente de su ministerio sacerdotal. Y
preguntarnos de qué manera Jesús es, como escribió el Papa Juan Pablo II, el gran programa
de nuestra existencia.

Tenemos que centrar nuestra vida ‟en el Espíritu‶ en el amor y seguimiento de Jesús.
Nada ni nadie lo puede suplantar.

Vuestro afán misionero tiene como contenido la fe en Jesucristo, vivida en su Iglesia,
manifestada en concreto en las diversas iglesias particulares donde vivís en la actualidad.

Esa centralidad de la vida de fe es la que nos ayuda a acoger las definitivas palabras
del Señor Jesús: ‟Yo soy la Resurrección y la Vida‶.

3. Conclusión:

Queridos misioneros, continuad caminando en comunión con la Iglesia que os ayuda
a sentiros complementarios de tan diversos carismas.

La mejor flor que podéis depositar ante el cadáver del querido e inolvidable P. Wilson
es vuestra oración agradecida, vuestra petición a Dios para que le acoja en su misericordia y
la promesa renovada de una vida que está entregada al servicio de la causa del evangelio que
esencialmente nos dice que porque Jesús ha muerto y Resucitado, también nosotros estamos
llamados a la vida para siempre.

La Eucaristía nos hace presente el Misterio Pascual. A Él nos incorporamos y por Él
tenemos acceso al Padre con la con fianza de los hijos que rezan: ‟El Señor es mi Pastor, nada
me falta... aunque camine por cañadas oscuras nada temo porque Tú, Señor, vas conmigo.‶

+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
Más artículos de: Homilías Mons. Dorado
Compartir artículo