DiócesisHomilías Mons. Dorado Domingo XXIV del Tiempo Ordinario Publicado: 17/09/2006: 943 S.I. Catedral 1.- En el Evangelio que hemos proclamado, el Señor se dirige a nosotros y nos plantea las mismas preguntas que planteó a sus discípulos y a sus seguidores. Son preguntas esenciales que nos enfrentan con nosotros mismos y nos remiten a lo más profundo de nuestro corazón y de nuestra vida. La pregunta es ésta: 1.- ¿Quién soy yo para los hombres y mujeres de nuestro tiempo?, y 2.- ¿Quién soy para vosotros?, ¿qué significo yo para vosotros? Una pregunta en dos tiempos y que nos afecta muy directamente a nosotros en nuestra doble condición de discípulos y de apóstoles de Jesucristo y del Evangelio. 2.- Personalmente me atrevo a contestar que nuestro pueblo, en gran parte, profesa la fe católica y cree que Jesucristo es el Hijo de Dios, verdadero Dios y verdadero Hombre. Pienso que hay un rico caudal y un gran rescoldo de fe en gran parte de nuestros ciudadanos. Nuestro pueblo ha vivido durante muchos siglos una verdadera alianza de fe cristiana y cultura. Pero esta historia de nuestro pueblo, digna de toda admiración y aprecio, está cambiando profundamente. Una serie de cambios rápidos y profundos han provocado la elaboración de nuevos hábitos culturales que ya no proceden de la fe cristiana ni concuerdan fácilmente con ella. Más bien es fruto de una visión atea de la vida y contribuyen a suscitar escepticismo, desinterés y rechazo hacia los planteamientos cristianos. Este modelo de cultura laicista favorecida por algunas ‟instancias‶ de poder, desde importantes Medios de Comunicación Social, principalmente de naturaleza estatal, así como desde una determinada enseñanza y desde no pocas disposiciones legislativas de los últimos años, intenta arrancar las raíces cristianas del corazón del hombre. Para una mentalidad de este tipo, Dios y lo religioso es, en todo caso, un asunto que pertenece a la vida privada, un puro dato cultural del pasado o una bella expresión folklórica. 3.- En esta nueva situación, vuelve a adquirir actualidad la pregunta de Jesús a sus discípulos: ‟Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?‶. En vuestra manera de vivir, en vuestro comportamiento normal, en vuestra vida familiar, profesional y pública, ¿qué estáis diciendo con vuestra vida que soy yo?; ¿qué significo yo en vuestra vida?4.- Después de la profesión de fe de Pedro, que Jesús alaba como algo revelado por el Padre: ‟Tú eres el Mesías (el Salvador), el Hijo de Dios vivo‶, les va a explicar a continuación cómo va a ser el Salvador y lo que significa ser cristiano. Les anuncia el misterio de su Pasión, Muerte y Resurrección, y les explica lo que significa ser cristiano: ‟El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su Cruz y me siga‶. ‟Mirad, el que quiera ganar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará‶. Palabras que chocan con lo que estamos permanentemente escuchando, metidos en esta matriz socio-cultural. 5.- En esta situación, las palabras de Jesús son una llamada a ser unos cristianos más convencidos, más arraigados en los verdaderos fundamentos de la fe. Que tengamos la fortaleza suficiente para profesar, practicar y anunciar la fe en este nuevo mundo cultural que estamos viviendo, siendo capaces, con la gracia de Dios, de evangelizarlo, de recrearlo desde la fe, en vez de sucumbir a su poder de seducción. Hacen falta cristianos ganados enteramente por el Evangelio de Jesucristo, que tengan una experiencia religiosa y apostólica muy de primera mano, que vivan con gozo el atractivo de Jesucristo Viviente, como Señor y Salvador único y total. Esto es lo que pretendemos con nuestro Proyecto Pastoral Diocesano, que tiene como objetivo: Fortalecer y transmitir la fe‶. Para ello necesitamos que venga sobre nosotros el Espíritu Santo y nos transforme en hombres y mujeres de certezas profundas, de iniciativas apostólicas, de entrega, de firmeza y de esperanza, entusiastas, desprendidos, fieles hasta la muerte. + Antonio Dorado Soto, Obispo de Málaga Diócesis Málaga @DiocesisMalaga Más artículos de: Homilías Mons. Dorado Misa del Alba de la Cofradía del CautivoDomingo XVII del Tiempo Ordinario. Ciclo B Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir