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Aniversario de la entrada en la Diócesis del Cardenal Herrera Oria

Publicado: 12/10/2004: 848

Aniversario de la entrada en la Diócesis del Card. Herrera Oria
12 de octubre de 2004, S.I. Catedral

1. "Bienaventurado el vientre que te llevó..."

Veneramos a la Virgen María con la advocación del Pilar. Y hacemos nuestra la
felicitación del pueblo que rodeaba a Jesucristo: "Bienaventurado el vientre que te llevó y los
pechos que te alimentaron".

A María le manifestamos nuestro inmenso cariño, nuestra profunda devoción, nuestro
deseo sincero de imitarle, en esta tarde del día 12 de Octubre, festividad entrañable para la
Iglesia en España.

Y contemplándola oímos en nuestro interior las palabras de Jesús, su hijo querido:
"Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen". Ella es bienaventurada
por ser Madre de Dios, pero, sobre todo, bienaventurada porque ha acogido la Palabra y la ha
vivido, con perfección, con integridad, con generosidad.

2. Aniversario de la entrada en la Diócesis del Siervo de Dios Ángel Herrera Oria.

Pues bien, en este día tan especial, llegó a nuestra ciudad, en el año 1947 el Venerable
D. Ángel Herrera Oria. En los cristianos que vivieron aquél acontecimiento permanecen las
imágenes señaladas de su descenso hasta el Santuario de la Patrona por la carretera del
Colmenar, de su primera bendición cuando en una de las muchas curvas divisó la ciudad, de
su primer tránsito a pié desde la Victoria hasta la Catedral, rodeado del entusiasmo del pueblo
que le acogía con un corazón abierto e inmensa esperanza.

Era nueva etapa en la vida de la Diócesis que se iniciaba aquella inolvidable tarde.

El que años después fue Cardenal, manifestó enseguida su sensibilidad y su
conocimiento de la Diócesis. El 18 de Octubre visita el Seminario por primera vez y dedica un
recuerdo especial al hoy Beato, el obispo Manuel González, fundador del Seminario. Pronto
las puertas de su residencia se abrieron semanalmente a todos los que tenían una necesidad
que exponerle. Son los dos santas obsesiones con las que inicia su pontificado: los sacerdotes-
el Seminario y los pobres.

Su programa de acción pastoral, muy pensado y orado, lo expuso en su Alocución a
los diocesanos en la Catedral. Así se resume:

Intensificación de la predicación homilética, para lo cual nuestros seminaristas recibirán
una preparación adecuada. Los que vivieron en Málaga en los años cincuenta, recordarán
siempre la predicación de la homilía de los seminaristas teólogos en las Misas de las
Parroquias del centro de la capital, para lo cual se habían preparado durante la semana
anterior con la oración y el estudio de los textos bíblicos que correspondían a cada domingo,
a cada festividad.

Era consciente de la necesidad de la predicación. Por eso afirmó: "Mi primer deber
pastoral es predicar la Palabra de Dios" Y bien que lo hizo y lo enseñó a valorar y a servir.

Intensificación de la catequesis, tarea principal de la Acción Católica. Aquél 12 de
Octubre dijo: "El Catecismo es un tesoro inestimable. Es el pan espiritual del pueblo. Pero deja
de serlo sin faltan catequistas."

Fomento de la Obra de los Ejercicios Espirituales. Desde los primeros años de su vida
en Málaga, dio ejemplo convirtiendo en Casa de Ejercicios Espirituales el propio Obispado y
a el mismo en director de Ejercicios. Cómo amaba a San Ignacio de Loyola y cómo conocía
y valoraba el libro de los Ejercicios Espirituales.

En cuarto lugar la formación de una conciencia social, según el Magisterio de los Papas.
Aquí se inició el Instituto Social León XIII, hoy Facultad de la Universidad Pontificia de
Salamanca. No quedó su preocupación en sólo el aspecto académico, porque todos
recordamos y agradecemos la creación y el impulso del Patronato Diocesano de Enseñanza,
cuyas escuelas estaban situadas principalmente en barriadas populares de la capital y en
pueblos y el Patronato de las Escuelas Rurales. 250 repartidas por la población rural que vivía
diseminada y a las que él dio la mejor de la respuestas posible, junto a la sensibilidad social
que, a partir del Evangelio, supo transmitir a los diocesanos.

Fue impresionante la convocatoria cada domingo, a la homilía de la Misa de 1. O bien
con la presencia de fieles que llenaban la Catedral o bien escuchando en las casas, en los
bares, la retransmisión de su homilía. Muchas de ellas, publicadas, son magisterio actual de
espiritualidad y de sentido apostólico y transformador de la vida.

Nosotros en esta Eucaristía queremos dar gracias a Dios por el santo obispo que puso
al frente de nuestra querida Diócesis de Málaga. A esta misma hora se cumplen exactamente
57 años. Deseamos que la memoria del Cardenal Herrera sea potenciada entre los cristianos
que le conocieron y sea transmitida a las nuevas generaciones.

3. Volvemos la mirada a la Virgen.

Recordamos las palabras que el siervo de Dios, Ángel Herrera Oria, dirigió a la Virgen
al terminar su Alocución en esta Catedral, la tarde del día 12 de Octubre.

Las hacemos nuestra, porque son muy actuales.

"Como no recordar hoy, 12 de Octubre la primera y más insigne de tus intervenciones.
Desfallecía a orillas del Ebro, el propio corazón del Hijo de Trueno. Tu presencia maternal dio
aliento al Apóstol para continuar su misión evangelizadora.
Señora, son días propicios al desánimo. El pesimismo de los hombres sin fe envenena
el mundo y los más flacos van sintiendo los primeros síntomas del contagio. El Papa ha
denunciado reiteradamente el mal y ha provocado una saludable y vigorosa reacción en los
espíritus enfermos. Para las almas que saben mirar al cielo, nada ha confortado tanto su
voluntad como esta nueva y manifiesta intervención tuya en la tierra, acusada por el fervor
mariano del mundo contemporáneo.

Llenos de amor y de confianza llegamos hoy los malagueños a tu trono, para pedirte
el triunfo total en la Diócesis sobre los alejados de la Cruz. Que de la Málaga cristiana,
descienda un torrente de caridad apostólica.

La oración a la Virgen del Cardenal Herrera, la repetimos nosotros. Cuando otras
dificultades de la que existían el año 1947 nos rodean, la mirada a la Virgen nos ayude a
superar la tentación del desaliento y sentimos confortados por la presencia de María Santísima,
al mismo tiempo que le pedimos nos ayude a ser cristianos misioneros, cristianos apostólicos,
cristianos llenos de esperanza.

La memoria de la entrada en Málaga del Obispo Herrera Oria es estímulo para que la
Diócesis viva una etapa de creciente sensibilidad por los valores espirituales, por el aprecio de
la Palabra de Dios, por la búsqueda de soluciones ante tanta necesidad y por el afianzamiento
de la urgencia apostólica.

Nuestra Señora del Pilar, en este día que recordamos el 47 aniversario de la entrada
en Málaga del Obispo Ángel Herrera Oria, te pedimos que intercedas ante tu Hijo Jesús, por
todos nosotros.


✝ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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