DiócesisHomilías Mons. Dorado Funeral Siervo de Dios Ángel Herrera Oria Publicado: 28/07/2004: 890 1.- Un año más nos reunimos para celebrar la Eucaristía (nuestra acción de gracias a Dios) con motivo de la vida y del XXXV aniversario del Card. Ángel Herrera Oria. La diócesis de Málaga no puede ni quiere olvidar a quien entregó al servicio de ella su vida, su dedicación y mucho amor. Llegó a Málaga en la Fiesta de la Virgen del Pilar del año 1947: desde ese día se entregó con toda su alma al servicio de la diócesis de Málaga, especialmente a los más pobres. 2.- Recordamos sus muchas obras en servicio de los sacerdotes, seminaristas y seglares: su dedicación al Seminario y a la formación de los sacerdotes y de los militantes cristianos: escuelas rurales, viviendas, escuela social... Pero su gran legado fue el testimonio de su vida: • Hombre de fe profunda, • de oración intensa, y • gran conocedor de los místicos: San Juan de la Cruz, Santa Teresa y San Ignacio. Destaca su gran dedicación al anuncio de la Palabra de Dios: • Su predicación homilética, • sus charlas formativas a los seminaristas y sacerdotes, • sus escritos espirituales: - signo de la hondura espiritual de un hombre conducido por la acción del Espíritu. 3.- Hoy adquiere especial significación y relevancia su preocupación por la presencia cristiana de los católicos en la vida pública: hay dos signos a imitar: Su magisterio sobre la relación entre fe y cultura, especialmente en el ancho campo de la doctrina social de la Iglesia. Y su especial dedicación a la acogida, acompañamiento y formación de seglares. Él mismo vivió circunstancias injustas muy difíciles para nuestra nación y desde el principio que determinó su existencia: “buscar y hallar la voluntad de dios”, aceptó de forma incondicional la presidencia de la Acción Católica, la dirección de Debate, la formación de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas. 4.- Nuestra admiración y nuestro agradecimiento al Card. Herrera tiene que manifestarse en nuestra oración y en nuestro esfuerzo para que el proceso de canonización se desarrolle con la mayor agilidad posible. Y fijar nuestra mirada en él como testigo de la fe y del compromiso audaz para encontrar las respuestas evangélicas coherentes con las especiales circunstancias de nuestro pueblo. En hombre como él, podemos encontrar: • Ejemplo admirable, • estímulo para nuestra vida de fe, • para nuestro amor y disponibilidad en el servicio a la Iglesia, • para aunar contemplación y valentía evangelizadora, • para abrirnos a la acción del Espíritu que nos ilumine para encontrar la forma misionera y evangelizadora más adecuada para nuestro tiempo. + Antonio Dorado Soto Obispo de Málaga Diócesis Málaga @DiocesisMalaga Más artículos de: Homilías Mons. Dorado Virgen de la Oliva. VéjerDomingo I de Adviento (Ciclo A) Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir