DiócesisHomilías Mons. Dorado Festividad de San José Obrero Publicado: 01/05/1999: 870 Festividad de San José Obrero 1 de mayo de 1999 La Resurrección de Jesús ha sido y es el verdadero punto de partida para el nacimiento de la fe en Jesucristo. El núcleo esencial de la experiencia pascual de los primeros discípulos es el encuentro personal con Jesús lleno de vida. Esta es la experiencia y certeza fundamental: “Jesús vive y está de nuevo con ellos”. El Resucitado les ofrece la posibilidad de iniciar un nuevo modo de existencia. Experimentan el encuentro con el Resucitado como un acontecimiento que les ofrece salvación, liberación, renovación, felicidad, plenitud. La Resurrección de Jesús debe ser hoy para nosotros “la gran experiencia de vida” que fue en el interior de aquella pequeña comunidad de seguidores y discípulos. La Resurrección de Jesús no es una verdad más; es la verdad con mayúscula, el acontecimiento que lo ilumina todo: a toda nuestra adhesión a Cristo y a nuestro seguimiento, lo que enriquece y da su verdadero sentido a nuestra vida cristiana y a nuestro compromiso apostólico. En este primero de Mayo, festividad de San José Obrero, la fiesta de los trabajadores y trabajadoras, queremos destacar uno de los múltiples aspectos que aporta a nuestra fe cristiana la experiencia pascual. Ante esta Jornada del 1º de Mayo: - Quiero reiterar la invitación a toda la comunidad cristiana de nuestra diócesis a hacer suya la causa de la justicia y a sentirnos solidarios con todos los hombres y mujeres del mundo del trabajo, de manera especial a los que más sufren la problemática del paro o del trabajo precario, como son los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes. - Quiero daros mi palabra de aliento y de ánimo a todos los cristianos que con vuestro testimonio y vuestra solidaridad, estáis llevando la Buena Noticia a los ambientes obreros, haciendo presente a la Iglesia en el mundo del trabajo y al mundo del trabajo en la Iglesia. - Y os invito a dar gracias a Dios por el esfuerzo de todos, por los avances que se van realizando, por los gestos solidarios que hoy día se siguen haciendo y por el esfuerzo que se hace en la defensa y el reconocimiento de los derechos humanos, especialmente el derecho al trabajo, la estabilidad en el mismo y un salario familiar justo. + Antonio Dorado Soto, Obispo de Málaga Diócesis Málaga @DiocesisMalaga Más artículos de: Homilías Mons. Dorado Santísimo Cristo de la Laguna (II)Vigilia Pascual Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir