DiócesisHomilías Mons. Dorado

Semana de la Familia

Publicado: 16/03/1985: 849

Semana de la Familia

16 de marzo de 1985


1.- Venimos a la Eucaristía con el cansancio y los frutos de un intenso trabajo apostólico: la Semana de la Familia.

Queremos dar gracias a Dios porque nos ha bendecido; y queremos alimentarnos con su Palabra y con su Pan para seguir adelante: porque estamos empeñados en seguir proclamando la Buena Noticia, el Evangelio de la Familia Cristiana.


2.-  La Palabra de Dios, en este IV Domingo de Cuaresma, camino de la Pascua, sale a nuestro encuentro para revelarnos los designios de Dios. Destaquemos algunos de los aspectos más importantes:


3.- “Somos obra suya: Dios nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que Él determinó que practicásemos…”

La familia –nuestra familia- es obra de Dios; Él nos ha creado en Cristo Jesús. Somos un don de Dios “rico en misericordia”… Somos fruto de “un gran amor”… “Nos ha hecho vivir con Cristo…”

No podemos entender la familia sin Dios.

No podemos construir la familia sin Dios.

No podemos salvar la familia sin Dios.

“Para que nos dediquemos a las buenas obras”.


4.- ¿Cuáles son estas “buenas obras” que debe realizar la familia?

- Que la familia tenga “vida eterna”: estamos a favor de la vida, de la felicidad, de la alegría, de la salvación de la familia.

- Y la vida está en el amor: “Una comunidad de vida y de amor…”

- Un amor crucificado: de brazos abiertos y no de puños cerrados.

- Un amor entregado: como Dios entregó a su Hijo.


5.- Ese amor puede curar la enfermedad de la familia, como la serpiente en el desierto:

Enfermedades de la familia:

• de la cabeza: el orgullo, el afán de prescindir de Dios, el confusionismo;

• del corazón: cuando el amor se seca o se transforma en odio, malquerencia o violencia;

• de los miembros: manos que no comparten, pies que no acuden a las llamadas de los otros, boca que se atrofia y no articula palabra de comprensión y perdón.

Entonces hay que mirar al Cristo:

• al amor crucificado y entregado;

• tener fe en el amor


6.- ¿Qué otras obras debemos producir?

“Cantar el cántico de la familia, en una tierra extranjera…”. Como los israelitas en Babilonia.

Los creyentes vivían desterrados en Babilonia, la ciudad pagana, materialista, la sociedad de consumo, sin ideales…

“Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti…”

En cierto modo también hoy la familia cristiana tiene que “vivir en una tierra extranjera”, donde no resulta plausible el mensaje y los valores de la familia cristiana: vivir según el Evangelio resulta extraño, produce risa: el amor, la fidelidad, la indisolubilidad, la apertura a la vida, la educación… son constantemente ridiculizados…

Ahí debemos cantar al Señor el cántico de la familia cristiana… y ponerla en la cumbre de nuestras alegrías…

“Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti…”

“La participación en el `Cuerpo entregado´ y en la `Sangre derramada´ de Cristo, se hace fuente inagotable de dinamismo misionero y apostólico de la familia cristiana” (Familaris Consortio).

+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Cádiz y Ceuta

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
Más artículos de: Homilías Mons. Dorado
Compartir artículo