DiócesisHomilías Mons. Dorado Apertura de curso académico de la Universidad Publicado: 06/10/1999: 994 Apertura de curso académico de la Universidad Pastoral Universitaria 6 de octubre de 1999 1.- “Oh Dios, Tú has querido que el estudio y el trabajo del hombre perfeccionaran cada día el universo que has creado; te pedimos que nuestros trabajos y afanes resulten siempre provechosos a la familia humana y contribuyan al cumplimiento de tus designios sobre el mundo”. Con esta hermosa oración hemos iniciado esta Eucaristía. Es la oración con la que nos invita la Iglesia a celebrar el comienzo de un nuevo curso con sentimientos de acción de gracias y de petición de ayuda al reemprender la actividad habitual, terminadas las vacaciones… 2.- “---que nuestros trabajos y afanes resulten siempre provechosos a la familia humana y contribuyan al cumplimiento de tus designios sobre el mundo”. Ése es nuestro deseo y nuestra súplica al comenzar un nuevo curso. Nuestros trabajos y nuestros afanes como universitarios –profesores o alumnos- se enmarcan dentro del mundo de la cultura y desde el compromiso cristiano lo que pretendemos: trabajar en lo que llamamos “la pastoral de la cultura”. En este empeño considero muy recomendable y orientador el reciente documento del Consejo Pontificio de la Cultura, titulado precisamente “Para una pastoral de la cultura”, que contiene “un conjunto de convicciones y de propuestas concretas para una renovada pastoral de la cultura como lugar de encuentro privilegiado con el mensaje de Cristo”. 3.- Lo que está en juego en una pastoral de la cultura está bien expresado en esta afirmación del Papa Juan Pablo II, pronunciada en la Universidad de Salamanca: “Una fe que no convierte la cultura es una fe no acogida en plenitud, no pensada en su totalidad, no vivida con fidelidad”. Dicho de otra manera: para una evangelización de la cultura hacen falta personas: • que acojan la fe en plenitud, • que la piensen en su totalidad, • que la vivan con fidelidad. Una fe acogida, pensada, vivida. 4.- Y entendemos por cultura “ese modo particular en el cual los hombres y los pueblos cultivan su relación con la naturaleza, con sus hermanos, con ellos mismos, y con Dios”. Por eso, evangelizar la cultura es inyectar el Evangelio en la actividad del hombre, su inteligencia y su afectividad, su búsqueda de sentido, su sentido y sus recursos éticos” (EN). 5.- La Palabra de Dios que hemos proclamado hoy ilumina nuestra tarea y nos indica algunas actitudes necesarias: La Primera Lectura, tomada del Libro de Jonás, sitúa al creyente en el contexto de una cultura pagana, que no procede de Dios ni conduce a Dios, representada en la ciudad asiria de Nínive: frente a la condenación global y la actitud de huida que representa el creyente, Jonás destaca la figura del Dios bueno: • que cuida a esos hombres, • que desea su conversión, • que confía en ellos, • y se acerca con amor a sus vidas. En la lectura del Evangelio, los discípulos preguntan al maestro cómo tienen que relacionarse con Dios. Y en la contestación de Jesús, que les enseña el Padre Nuestro -que es el compendio del Evangelio según San Agustín-, se nos describen los criterios evangélicos que inspiran la cultura humana entendida como el conjunto de relaciones del hombre con el mundo, con los hombres, consigo mismo y con Dios. + Antonio Dorado Soto, Obispo de Málaga Diócesis Málaga @DiocesisMalaga Más artículos de: Homilías Mons. Dorado Apertura del curso académicoEnvío de los profesores de Religión y otros profesores cristianos Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir