DiócesisHomilías Mons. Dorado

1 de enero de 1997

Publicado: 01/01/1997: 816

1 de enero de 1997


1.- Convergen en este día:

- La Fiesta de Año Nuevo.
- La circuncisión del Niño: el nombre “Jesús”.
- La veneración de María, Madre de Dios, y
- La Jornada de la Paz.

2.- La Primera Lectura actualiza una antigua bendición de Israel . Entre los bienes que Dios comunica al bendecir, destaca la Paz, que en hebreo expresa la síntesis de toda felicidad.

En la aurora del año, la Iglesia quiere comunicar al mundo, con estas palabras de la Biblia, su más entrañable Felicitación augural.

La Paz es un don de Dios que nos ha reconciliado en Jesucristo ofreciéndonos a todos la posibilidad de vivir como hijos y como hermanos.

Pero es también una tarea y un compromiso nuestro. Por eso, en el mensaje de este año, el Papa nos dice que “es hora de decidirse a emprender juntos y con ánimo resuelto, una verdadera peregrinación de paz, cada uno desde su propia situación”.

Las dificultades son muy grandes en un mundo en que se arrastran experiencias traumáticas e incluso divisiones seculares.

“¿Qué camino seguir?”, se pregunta el Papa. Y responde “que no podrá emprenderse nunca un proceso de paz si no madura en los hombres una actitud de perdón sincero”, salvaguardando las exigencias de la justicia y de la dignidad humanas.

El año nuevo se nos presenta como una llamada a todos a “buscar la paz por los caminos del perdón”, que es contrario a la lógica humana, pero que se inspira en la lógica del amor que Dios tiene a cada hombre y a cada mujer, y a cada pueblo y nación.

Todos tenemos necesidad de ser perdonados por nuestros hermanos y, por tanto, todos debemos estar dispuestos a perdonar. Pedir y ofrecer perdón es una vía profundamente digna del hombre y, a veces, la única para salir de situaciones marcadas pro odios antiguos y violentos.

Jesucristo, que proclamó durante toda su vida el perdón de Dios, añadió la exigencia del perdón recíproco, como condición para obtenerlo. Así nos invita a orar en el Padre Nuestro: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros…”

Al comienzo de este nuevo año, se nos pide a todos los creyentes caminar fielmente por la senda de la reconciliación y del perdón, y acompañar nuestra oración por la paz con gestos de fraternidad y de acogida recíproca. La consigna de esta Jornada es “Ofrece el perdón, recibe la paz”.

Nos acompaña la Virgen a la que veneramos como Madre de Dios y modelo de “fe vivida”


+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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