Fue un ejemplo para nosotros, en primer lugar, como persona. Estamos hablando de un santo, de una buena persona, un hombre bueno, sin duda; un hombre muy avanzado, en relación a la comunicación, entendía de manera absolutamente contemporánea los retos, los compromisos, las dificultades... Era un hombre que actuaba siempre en positivo, nunca generaba un problema y ante ellos, aportaba una solución. Se ha ido una buena persona. Estoy convencido de que estará en el cielo, un sitio con vistas maravillosas, porque eso tiene que ser necesariamente así, una persona como Don Antonio tiene que gozar de una vida plena después de una vida en positivo, de preocupación por los demás, donde siempre presidía el amor y el respeto por el ser humano.

Estamos muy apenados, estas noticias siempre tienen un impacto. El equipo de la emisora en Málaga, cuando lo he comentado, ha reaccionado entornando los ojos y bajando la cabeza, porque todos sabían del enorme ser humano con el que nos estábamos relacionando y cómo siempre fue un activo para la COPE de Málaga. Que descanse en paz, nuestra oración va por su alma y estamos alegres de saber que va a disfrutar de una vida plena, porque en este difícil mundo lo hizo maravillosamente bien y eso, necesariamente, merece una recompensa. La suya va a ser vivir plenamente».

Adolfo Arjona, director COPE Málaga