NoticiaD. Antonio Dorado, obispo de Málaga (1993-2008)

Promotor de la implicación de los laicos en la Iglesia

Publicado: 17/03/2015: 5861

Nunca hubo tantos seglares en todo tipo de tareas pastorales

Eran mediados del mes de mayo de 2006 cuando al salir de una reunión de la Comisión Permanente del Consejo de Pastoral diocesano, D. Antonio me indicó que quería hablar conmigo. Yo no tenía ni idea de qué asunto querría tratar, la reunión se había desarrollado por los cauces habituales de normalidad y estábamos ya finalizando el curso, que aquí también lo pastoral se une a lo escolar, por lo que estaba totalmente ignorante sobre el tema de esta charla.

Empezamos a pasear alrededor de los bonitos pasillos que bordean el patio interior del Obispado de Málaga; la reunión había sido normal pero larga, por lo que se agradecía estirar las piernas con el paseo. Finalmente me comunicó su intención, quería que fuese su Delegado Diocesano de Apostolado Seglar.

Yo le expuse mi disposición a aceptar, pero le pedí dos cosas: una, que oyera mi parecer sobre mis limitaciones de tipo personal y familiar; y la otra, que me permitiera consultarlo con mi esposa. El accedió a ambas y con los vistos buenos oportunos, que se produjeron en los días siguientes, se inició esta colaboración.

ASPECTOS A DESTACAR

Han pasado intensos años, en los que en múltiples ocasiones he tenido la oportunidad de convivir con D. Antonio, en el día a día de su tarea pastoral, por lo que a invitación de la “casa” me permitó emitir una opinión sobre la labor desarrollada por nuestro querido obispo. Podrían destacarse muchos aspectos, pero la falta de espacio y tiempo impide intentar señalarlos todos. Destacaré tan sólo aquellos que a mí personalmente me han llamado más la atención

Lo primero que destacaría de ella es la entrega a la misión. No conozco personalmente a “hombres importantes”, pero he tratado ya en nuestra diócesis con tres obispos (D. Ramón Buxarrais, D. Fernando Sebastián y D.Antonio Dorado) y¡vaya con las agendas de los señores obispos! ¡Intenta buscar un hueco de un día para otro! Sin embargo, cuando llegan los momentos difíciles de la enfermedad y la muerte, esos huecos aparecen como una muestra más del amor del pastor hacia sus fieles.

Y de muestra un botón, y sólo de tareas referidas al Apostolado Seglar. El domingo 30 de Abril de 2006 tuvo lugar el encuentro Diocesano de la Juventud en el colegio de la Salle de Antequera, a las diez y media de la mañana. D. Antonio permaneció allí hasta casi las tres y, luego, por la tarde, a las ocho, en la parroquia del Santo Ángel de Málaga a celebrar a S. José Obrero con los miembros de la Pastoral Obrera y demás simpatizantes.

PROXIMIDAD

Lo segundo, la proximidad a sus diocesanos. D.Antonio no dejaba escapar ninguna oportunidad de saludar a todos los que se acercaban a él.

Siempre al comenzar, durante o a la finalización de cualquier acto, avanza lentamente saludando a todos y la gente se le aproximaba a todos y la gente se le aproximaba porque saben que los escucha y a él no le importaba perde rel tiempo con ellos porque esos tiempos perdidos son siempre ganados, y los organizadores del acto correspondiente se desesperaron, porque querían cumplir el horario.

Pero todos comprenden que esto es así, que tiene que ser así que la letra mata y el espíritu vivifica.

CORRESPONSABILIDAD

Lo tercero, la promoción de los seglares. D. Antonio ha intentado hacer realidad aquello de la corresponsabilidad de los laicos.

Que sintamos como nuestras las preocupaciones, tareas y objetivos de nuestra diócesis. 

La Iglesia no es de los curas, es de todos los bautizados y todos nos debemos corresponsabilizar de ella. Creo que podemos afirmar que nunca en la historia de nuestra diócesis hubo tantos seglares implicados en todo tipo de tareas pastorales: catequistas de todo tipo, miembros de las cáritas, equipos de liturgia, atención a los enfermos, apostolado con niños, jóvenes, adultos y mayores. etc.

Pues bien, en nombre de todos los laicos de la diócesis, y en el mío propio, ¡muchas felicidades y muchas gracias D. Antonio por haber sido tan buen colaborador con los dones del Espíritu Santo! El Padre Dios a buen seguro le pagará con su porcentaje habitual del ciento por uno. 

Jose Mª Galacho. Delegado Apostolado Seglar durante el episcopado de Don Antonio Dorado.

 

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