NoticiaD. Antonio Dorado, obispo de Málaga (1993-2008)

“Aún me queda ser santo”

Don Antonio antes de su Misa de despedida como obispo de Málaga
Publicado: 17/03/2015: 6495

Recuperamos una entrevista publicada en abril de 2006 con motivo de las bodas de oro sacerdotales de D. Antonio Dorado Soto. En ella realiza un repaso por su vida

–¿Qué quería ser de mayor?
–¡Cura! Lo decidí cuando tenía 13 años y nuncame retracté. Otra vocación que me atraía era la de médico.

– ¿Tuvo novia? ¿Salía de juerga con los amigos o fue siempre un chico ejemplar?
–Ingresé en el seminario muy joven. Nunca tuve novia formal. Sí tuve amigas y algún enamora miento no declarado. Nuestras juergas eran hacer teatro, jugar al fútbol, cazar animales del campo. O simplemente “pillerías” propias de los niños del ambiente de un pueblo manchego. Pienso que fui un niño muy “normalito”.

–¿Cómo fue su llamada? ¿Se le veía venir o fue una sorpresa para los suyos?
–En principio, “un flechazo” en plena adolescencia. Para muchos fue una sorpresa. Entre otros, para mi padre, que no se lo creía hasta que me vio cura.

–¿Qué persona fue la que más le influyó a la hora de encontrar su vocación?
–El cura de mi pueblo, mi madre y los seminaristas mayores del pueblo

–¿Qué recuerda del día de su ordenación?
–Fue una fiesta inolvidable, compartida por los 50 compañeros que nos ordenamos, por mi familia, por los profesores de la universidad de Comillas, donde me ordené, y por muchos amigos. Experimenté la alegría de pensar que la Iglesia me manifestaba públicamente que tenía vocación de cura.

– Aquel día estaría cargado de ilusiones y esperanzas. ¿Cuántas de ellas se han hecho realidad y cuáles no han llegado a realizarse?
–Entre las que se han realizado, destaco la fidelidad y el amor a Dios y mi fidelidad a la vocación. Todo ello, acompañado de mi debilidad y de mis pecados.

–En su última carta para el Día del Seminario señalala necesidad de una experiencia más profunda de Dios en nuestras comunidades para el resurgimiento vocacional. ¿Qué echa de menos en las comunidades actuales que sí se viviera en las de su juventud?
–Pienso que la crisis de vocaciones actual es una “crisis de oran tes”. Debido a ello, se valora poco el amor que Dios nos tiene, que es la fuente de toda vocación sacerdotal .

Tomar el camino para el que el Señor nos llama acada uno implica renuncias. ¿Han valido la pena?
–Dios no te quita nada y te da todo.Toda vocación madura es un “enamoramiento”, no una renuncia. Y “quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta”. 

–¿Ha habido momentos de crisis?
–Los caminos del Señor no son nuestros caminos. En esos caminos, hay trechos oscuros que te desconciertan y te asustan, pero Dios nos da fuerza para vivir esas noches oscuras y seguir diciendo con el salmista: ¡Nada temo, porque tú vas conmigo. Tu vara y tu cayado me sosiegan

–Como cura experimentado, ¿qué recomendaría a un cura joven?
–Le diría: se puede vivir varios días sin comer, o comiendo poco, pero no se puede ser fiel a Dios muchos días sin una oración sosegada y confiada.

–En su carta pastoral para esta semana usted hace un balance de urgencia de estos 50 años de sacerdocio, pero ¿qué le queda por hacer?
–Ser santo.

–¿Cómo le gustaría que le recordarán?
–Como un creyente que intentó ser un seguidor de fiel Jesucristo, a pesar de sus defectos y pecados.

EN POCAS PALABRAS

Le hemos pedido a D.Antonio que resuma en pocas palabras lo que le sugieren términos clave relativos a distintos momentos de su vida sacerdotal.

Urda: Mis raíces, la tierra en la que recibí la vida, la fe y el primer entrenamiento para amar. 

Seminario de Toledo: Tiempo de alegría juvenil, de profundas amistades, de búsqueda y de curiosidad intelectual.

Oración: Oxígeno del creyente. No se puede vivir sin ella.

Universidad Pontificia de Comillas: Inquietud intelectual, fundamentación intelectual
de la fe, trabajo riguroso, búsqueda apasionada de Dios, formación integral de la juventud.

Jesucristo: Presencia amiga de Dios en nuestra historia de gracia y de pecado.

Acción Católica: Proceso de crecimiento en la fe, evangelización de la cultura y de los ambientes, creatividad pastoral, audacia evangélica.

Sacerdocio: El sentido de toda mi existencia

Guadix-Baza: Compartir el Evangelio con unas gentes sencillas y profundamente buenas.

Cadiz-Ceuta: Tiempos de gran intensidad social, política, eclesial y humana, que ponen a prueba la fe y el amor de Dios, pero condimentados por la sabiduría y el buen humor de unos cristianos y de unas gentes que han visto mucho mundo y se sienten muy libres.

María: La Madre, Auxilio de los cristianos.

Familia: Personas que se quieren y donde se ama a cada uno por lo que es y no por lo que vale. Cimiento de la personalidad humana y cristiana de los ciudadanos.

Málaga: Los caminos de Dios siempre son los mejores para quien le ama y le sirve.

Caridad: Dios

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